aragón es extraordinario

El Pueyo de Araguás: gallardía y aire puro

A la vera de la Peña Montañesa, con once núcleos de población, el municipio ha dispuesto (con la ayuda de la comarca y Zona Zero) una magnífica red de senderos

En un pueblo de montaña con poca población, mucho verdor y vientos habituales se presupone que el aire es puro. Cuando en vez de presuponerlo lo dicen los números, la sensación se convierte en valor exportable y motivo para presumir. En 2017, un macroinforme de la Organización Mundial de la Salud (OMS) midió la presencia en todo el mundo en el aire de micropartículas PM10 y PM 2,5, especialmente dañinas para el sistema respiratorio. El límite óptimo es mantener el mínimo anual de PM 2,5 por debajo de 10 microgramos por metro cúbico, y de 20 en el PM 10. Los guarismos de El Pueyo de Araguás eran de 4 en el primer caso y de 7 en el segundo; uno de los cinco lugares más sanos del planeta. Bocanadas, pues, una tras otra; el medidor está en Torrelisa, núcleo del municipio, a medio camino entre El Pueyo y el Monasterio de San Victorián, con la Peña Montañesa de testigo mudo.

El compromiso con el medio ambiente tiene un elemento llamativo en el municipio. En Oncins funciona el Instituto Español de Baubiologie (biología del hábitat) con cursos y experiencias para todo el planeta. Su máster en bioconstrucción cumple ya las 24 ediciones.

En Bajo Peñas (Montañesa y Cotiella) hay mucha carrasca y pino. La Peña Montañesa es un gruyère, hay muchísimas cuevas en las que los maquis resistieron hasta 1952 tras la guerra civil. Se encontró mucha documentación, actualmente en proceso de estudio y catalogación para exponerse en un futuro en el espacio-abadía de Torrelisa o en el Monasterio de San Victorián. El año pasado se empezó a rehabilitar una senda con paneles explicativos y limpieza del camino: dos kilómetros en subida desde el aparcamiento del Monasterio. Una nueva adición a la red de senderos, que permite elección a medida en cuanto a dificultades, tipo de recorrido y alicientes extra.

Las rutas

El listado de senderos compartidos por andada y BTT es amplio, y comienza por Santa Engracia (desde El Pueyo, 3,8 kilómetros, fácil). Siguen El Soto (desde El Pueyo y el Soto, 6,9 kilómetros, fácil), El Planillé (desde El Pueyo, 5,9 kilómetros, fácil), El Pueyo-Araguás (9 kilómetros, fácil), Araguás-Laspuña (8 kilómetros, fácil), San Bizién (Desde Torrelisa y San Lorién, 8,8, fácil), San Beturián (Desde Monasterio, El Plano y La Muera, 3,2 kilómetros, fácil, desdoblada a otras de 5,9 desde Los Molinos, fácil), Cuello de San Beturián (desde Los Molinos y Torrelisa, fácil) o Mirador de las Rapaces (desde Oncins y Torrelisa, 5,7 kilómetros, fácil).

En senderos exclusivos para la andada están La Espelunga y O Castellar (sencillas) la Cueva de Hueso Santo (media) y tres complicadas: Peña Montañesa-A Tuca, Picón Do Libro (ambas saliendo desde el Monasterio de San Victorián) y Esplucón de Chaime (desde Oncins).

En cuanto al patrimonio religioso añadido a San Victorián, destaca la iglesia de la Invención de la Santa Cruz en El Pueyo, que actualmente tiene en custodia una hermosa talla de Santa Ana, que pertenece a la ermita del mismo nombre, situada encima del Cinca. Apareció este verano en el embalse de Mediano, y tras notificación al ayuntamiento local se devolvió desde la Comarca. Actualmente se estudia su restauración.

Vecinales a conciencia, juventud pujante y magdalenas de aúpa

A Ramón Buetas, director de Comunicación del Departamento de Presidencia del Gobierno de Aragón, su pueblo le fascina por muchos motivos; no obstante, a la hora de elegir uno se decanta por el elemento humano. “Todos van a una; rehabilitaron sus casas respetando la piedra natural, coincidieron fácilmente en no hacer chapuzas, siempre hay buen ambiente, y es de los pocos sitios donde las ‘vecinales’, jornadas para trabajar de manera conjunta en un interés concreto del pueblo, siguen muy vigentes. Se queda, se plantea una meta... y adelante”.

Antonio Broto, de Casa Pueyo, cuenta que “mucha gente compró a principios de los 70 pisos en Aínsa, pero ninguno se arrancaba a vivir allá, y la gente se fue quedando. Estamos a 5 kilómetros para buscar las cosas que no tenemos aquí; en coche es un suspiro, y paseando son unos 45 minutos”. El Pueyo fue enclave pioneros del turismo rural hace treinta años, y ahora se cuenta igualmente con un grupo de jóvenes agricultores y ganaderos que han apostado por quedarse. Dos de ellos (Luis Buetas Campo y el actual alcalde, José Ramón Lafuerza) explican que combinando ambas actividades pueden salir adelante en el pueblo, y los logros en materia de urbanismo, adecuación de senderos y cuidado medioambiental lo convierten en un lugar ideal.

El pueblo tiene un tesoro culinario que no está en el mercado: queda para los de casa y se brinda a los visitantes. Son las magdalenas de almendra. “Antes se hacían solamente los días de fiesta –dice Antonio– y son buenísimas, hechas con clara de huevo a punto de nieve, almendra molida y azúcar. La almendra se escalda y se pela, luego se tritura sin que sea harina, se añade con el azúcar a la clara, al horno y a disfrutar. Son como un turrón, pero blanditas y apetitosas”.

San Victorián, la serena grandeza del decano monástico español

Tras un recorrido por la falda de la Peña Montañesa, los muros del Monasterio de San Victorián (San Beturián en aragonés) se recortan en el verde de los árboles, bajo la pared rocosa. Con vestigios del siglo VI bajo el suelo de su actual iglesia, levantada en el XVIII, se trata del monasterio cristiano más antiguo de España. Su historia se remonta a Beturián, eremita llegado de tierras transalpinas a finales del siglo V, que tras una estancia en la cueva de La Espelunga, fue nombrado abad del monasterio, cargo en el que permaneció dos décadas. Destruido por los musulmanes, el edificio fue reconstruido por Ramiro I de Aragón en el siglo XI, y durante mucho tiempo ejerció de corazón político, económico y espiritual del Sobrarbe. Hay visitas guiadas los domingos de octubre y noviembre, con pases a las 11.00 y 13.00. Más información en el 974 51 80 25 o en patrimonio@sobrarbe.com.

EL PUEYO DE ARAGUÁS

Comarca. Sobrarbe.

Cómo llegar. Desde Huesca, capital de provincia, hay 105 kilómetros por (E-7 y N-260). A cinco kilómetros de Aínsa.

Núcleos de población. El Pueyo de Araguás (cabecera), Oncins, Torrelisa, Los Molinos, Araguás, La Muera, El Plano, San Lorién, El Soto, La Pardina y San Victorián.

Dónde dormir. En Los Molinos: Casa Escuela, Casa Tabierna, Casa Ferrer y Casa Don Fernando. En Oncins: Apartamento Casa Ambrosio. En San Lorién: Casa La Esencia. En El Pueyo De Araguás: Apartamentos Pirineos–Ordesa (4); Casa Coronas (3); Casa Dueso ( 1 apartamento y 3 habitaciones); Casa Pueyo (2 apartamentos, uno adaptado, con bodega–comedor alquilable) y Casa Lacambra De Pueyo, más El Camping Aínsa (516 plazas de acampada y 18 bungalós).

Dónde comer. El Restaurante y Merendero El Plano, situado en la pedanía del mismo nombre, tiene además espacio de acampada de 18 plazas. Bodegas Casa Ambrosio, por su parte, está en Oncins.

Artículo incluido en ‘Aragón es extraordinario’.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión