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Samper de Calanda y la monumentalidad

La parroquia de la Transfiguración del Salvador se dibuja en el horizonte al acercarse al pueblo, devoto de Santa Quiteria y consagrado a la tradición de la Semana Santa.

No importa si se llega de Jatiel y Castelnou o si la aproximación se hace desde Híjar, las poblaciones vecinas; acercarse a Samper de Calanda significa toparse de pronto con la monumental estampa de la parroquia de la Transfiguración del Salvador, uno de los templos más grandes de toda la provincia de Teruel. Samper es conocida por su estación de tren, el circuito de karting, los quesos, los bombos y Santa Quiteria, pero esa imagen de la gran iglesia resulta insoslayable.

Néstor Orlando Castro tiene 30 años, es colombiano de Boyacá, una población de 5.000 habitantes a 150 kilómetros de Bogotá, donde Abraham Olano y Miguel Indurain fueron campeones del mundo de ciclismo en 1995; lleva nueve años en la diócesis de Zaragoza; de ellos, algo más de tres años los ha vivido en Samper. “Ésta es mi primera parroquia, me ordené sacerdote hace tres años. Se trata de una pastoral distinta a la ciudad, aquí se centra sobre todo en atender a los mayores; hay pocos jóvenes y mi papel es ayudar en todo lo que pueda. Vengo de una familia religiosa, tengo un tío sacerdote y desde pequeño tuve la inquietud religiosa; cuando acabé el colegio, me lo planteé y finalmente se dio la oportunidad de venir a España”.

El padre Néstor es feliz en el destino que le ha tocado. “Los samperinos me acogieron muy bien, y me encuentro muy a gusto aquí, donde la gente aún se saluda por la calle; yo soy de pueblo. ¿La iglesia? Sí, llama la atención. Es del siglo XVIII y mucha gente pregunta si es una catedral, por el tamaño;es la tercera iglesia en la historia del pueblo, y por desgracia fue muy atacada durante la guerra civil. Había un gran retablo mayor, imágenes de San Pedro y San Pablo en la entrada, y desde el monasterio de Rueda llegó aquí un órgano espectacular, quemado en la contienda. Apenas conservamos dos bancos restaurados y las puertas de madera”.

Néstor recuerda que la iglesia cuenta con dos particularidades únicas. “Hay un Cristo articulado, no muy común en España, y un monumento de Semana Santa pintado en lienzo, que está montado el año entero; aquí se le llama Mormento. Se le dejó un lugar fijo en la iglesia para conservarlo mejor; el Viernes Santo se hace cada año la celebración del Descendimiento de la Cruz en el pequeño escenario contiguo, y llevamos el Cristo articulado en procesión al Calvario”.

La Semana Santa se vive con muchísima intensidad en Samper, una de las nueve localidades de la Ruta del Tambor y del Bombo. “El tambor –aclara Néstor– es la vida de este pueblo, y lo ocurrido este año ha sido doblemente duro para la gente de aquí”. De ello da fe Joaquín Lucea, samperino de pro y cofrade de Santa Quiteria. “Todo el pueblo participa; cada cierto tiempo, la cofradía se va renovando, y la última hornada a la que pertenezco ya lleva 12 años saliendo. Cada familia paga una cuota de 8 euros al año y tocan los que quieren; cada año, después de Reyes, nos juntamos todos a ensayar en el patio del colegio hasta los días santos. Se pasa la tradición de padres a hijos desde que eres pequeño. Aquí se rompe la hora el Jueves a las 12 de la noche, como en los otros siete que no son Calanda, porque allí se hace el viernes al mediodía. El año que viene, ahí estaremos listos, para volver, si todo va bien”.

La gran iglesia, el tambor y la gastronomía de Samper

La visita obligada a la ermita de Santa Quiteria, patrona y fanal

Santa Quiteria es la patrona de Samper, su día es el 22 de mayo se le tiene una devoción absoluta en el pueblo, en absoluto mitigada por las circunstancias especiales de este 2020. La ermita y el monasterio de los agustinos recoletos son una visita altamente recomendable, por la historia que precede a la edificación y el propio encanto del lugar. A Santa Quiteria se dedican muchas ermitas en todos los rincones de Aragón, siendo la de La Almolda la más renombrada junto a la de Samper de Calanda.

Todo viene del agua de manantial atribuida a la presencia milagrosa de la santa, cuya imagen fue hallada por un pastor hijarano en tierras de Samper. Dice la tradición oral que la figura fue llevada a Híjar, pero que a la mañana siguiente estaba en Samper. así ocurrió una segunda vez, en esta ocasión encerrada en un arca con cuatro talegas de trigo encima. Además de este milagro, pronto se le dio el crédito a la santa por varias curaciones de enfermos; de hecho, se convirtió en un lugar de peregrinación. En la roca de la que mana el agua se construyó la ermita y después un monasterio de la orden de los agustinos; el manantial está señalado por una vara de zahorí esculpida en la piedra.

No solo los samperinos suben en procesión; también lo hacen los hijaranos. El conjunto comprende una ermita para el culto, la casa del ermitaño y un claustro con dependencias monacales. La dependencia estelar de la ermita es, son duda, la capilla de la Virgen. Es impactante: se compone de un baldaquino compuesto por el Altar, que expone a la Virgen en una urna acristalada. La enmarcan además cuatro columnas de mármol rojo. Los samperinos cuidan el entorno con mimo, desde el interior hasta las dependencias exteriores, para tenerlo siempre impoluto.

La oreja de El Porche y los quesos de Fanbar, las Valles y El Sardón

Joaquín Lucea y su familia regentan El Porche en el centro del pueblo, en la trasera de la parroquia. Un lugar de reunión articulado en torno a décadas de tradición popular, un trato impecable y la especialidad de la casa; oreja frita, que nada tiene que envidiar a la del Gonmar de Carabanchel. “Es nuestro plato estrella, sí; la receta de la familia. En el confinamiento nos las ingeniamos para llevárselas a la gente a sus casas, porque nos decían que la echaban mucho de menos. Orejas a domicilio, suena a broma, pero no lo fue”, ríe.

El apartado gastronómico está bien cubierto en Samper con tres referencias queseras de prestigio en todo Aragón. Fanbar (también hacen vinos) es, probablemente, la más conocida, con su Patamulo (hecho artesanalmente con leche de oveja y vaca) como enseña. También destaca la oferta de Las Valles (solamente quesos de oveja) y El Sardón, de oveja y cabra.

Cómo llegar a Samper de Calanda

Comarca. Bajo Martín.

Cómo llegar. Desde Teruel, su capital de provincia, hay 159 kilómetros por la N-420 y la A-1415 para coger luego la N-232 hacia Híjar y de ahí la A-224 hasta Samper.

Dónde comer y dormir. La opción principal es El Porche: bar, restaurante y habitaciones en la plaza de España. También hay una casa rural, La Casa del Cura Viejo, que cuenta con hidromasaje. También hay un albergue municipal en Santa Quiteria y un discobar, Lugus.

Otras visitas recomendadas. El molino restaurado del pueblo es digno de verse; también tiene muchos incondicionales el parque micológico y los paseos por la Vía Verde Val de Zafán, con un nuevo camino muy apropiado para bicis, así como estación de tren y, por supuesto, el Calvario.

La relevancia del tren. En el siglo XIX llegó el tren a Samper, detalle vital en la evolución de la localidad. La economía local estaba presidida por al aceite, los tintes, la seda y la lana.

Reportaje de la serie 'Aragón es extraordinario'.

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