Cuatro monasterios aragoneses donde volver a buscar la paz

Veruela, San Juan de la Peña, el de Piedra y, más recientemente, Rueda están de nuevo abiertos al turismo, con visitas guiadas y algunas tarifas reducidas.

El imponente claustro del monasterio de Veruela
El imponente claustro del monasterio de Veruela
Laura Uranga

Los principales monasterios de Aragón están de nuevo disponibles para su visita. Si el de Veruela abría sus puertas de los primeros, a finales de mayo, después se reactivaron al turismo el de Piedra y el de San Juan de la Peña, a mediados de junio, y más recientemente, el de Rueda, que se ha reabierto hace apenas una semana.

Con las medidas de seguridad oportunas y adaptando los espacios a la situación extraordinaria, los citados monasterios ofrecen visitas guiadas, algunas a precios reducidos, con prácticamente todos sus espacios abiertos al público.

Y es que gran parte del atractivo de estos cenobios es también su entorno natural y sus dependencias al aire libre, como los claustros, patios y jardines que hacen de estos lugares espirituales auténticos remansos de paz.

El monasterio de Veruela, de los primeros en abrir

Junto con la estación de Canfranc, el Monasterio de Veruela fue uno de los dos primeros grandes monumentos de Aragón en volver a abrir sus puertas tras el confinamiento. Desde finales de mayo se organizan visitas guiadas, que no tienen coste adicional al precio de la entrada (1.80 euros). En cualquier caso, se recomienda realizar la reserva previa por teléfono o email si se quiere realizar el tour, ya que los grupos son ahora más reducidos.

Tanto la tarifa como el horario no han variado respecto a la temporada de verano de años anteriores y el monasterio se puede visitar todos los días, excepto el lunes, de 10.30 a 20.00. Los pases guiados son de martes a viernes a las 12.00 y a las 17.30 y los fines de semana se amplían a cuatro: a las 11:30 y a las 12:30 por la mañana, y a las 16:00 y 18:00 por la tarde.

En cuanto a los espacios visitables, quienes se desplacen hasta este monasterio en las faldas del Moncayo podrán acceder por el paseo de los árboles hasta el claustro gótico desde el que se distribuyen el resto de dependencias. La sala capitular, donde se tomaban las grandes decisiones, el refectorio, donde se comía, la sala de los monjes o el calefactorio son algunas de las estancias a través de las que conocer cómo era la vida cisterciense en el siglo XII.

Todas estas dependencias se pueden recorrer tanto de forma libre como en las visitas guiadas, cuya duración es de unos 45 minutos.

El de Veruela es el primer monasterio cisterciense que se construyó en Aragón y se localiza en la localidad de Vera de Moncayo. Su construcción comenzó en el año 1145 y todo cuanto necesitaban los monjes que habitaban en él (agua, un molino y el huerto) queda recogido dentro de la muralla de un kilómetro que rodea el recinto.

Monasterio de San Juan de la Peña, en Huesca.
Monasterio de San Juan de la Peña, en Huesca.
Christian Peribáñez

San Juan de la Peña, entradas a la mitad de precio

Los dos monasterios que componen el conjunto de San Juan de la Peña son visitables desde el pasado 12 de junio. La reapertura ha llegado con varias novedades, como la habilitación ahora de un único acceso a todo el recinto, donde quedan recogidos el cenobio nuevo y el viejo, aunque se visiten en días distintos. Además, el precio de la entrada se ha reducido a la mitad, costando ahora 6 euros.

Las visitas al monasterio viejo son guiadas en grupos de un máximo de 30 personas y el uso de mascarilla es obligatorio. En el caso del monasterio nuevo, el visitante puede recorrerlo libremente, siguiendo el circuito marcado y las explicaciones de los paneles informativos. En cuanto al horario, los monasterios están abiertos todos los días, de once de la mañana a cinco de la tarde, con visitas guiadas a las horas en punto, desde las 12.00 hasta las 16.00, la última.

Situado a 30 minutos de Jaca, este conjunto monasterial se enclava en el paisaje protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel. Su ubicación un tanto aislada, al amparo de una roca, le ha dado cierto carácter legendario, llegándose a relacionar el monasterio viejo con el Santo Grial. La construcción data de entre los siglos X y XII destacando su claustro románico. Además, sirvió como panteón real, por lo que en él descansan restos de los primeros reyes de Aragón.

Varios siglos después de su construcción, un incendio dañó parte del cenobio por lo que se construyó otro monasterio de estilo barroco a apenas un kilómetro de distancia, conocido actualmente como el monasterio nuevo. En su interior está su propio centro de interpretación así como el del Reino de Aragón (CIRA), un moderno espacio interactivo integrado en la iglesia barroca.

La visita a ambos centros, así como al monasterio viejo está incluida con la misma entrada. De cara al mes de julio, se trabaja en la ampliación del horario de apertura, que habitualmente en esta época del año es de 10:00 a 20:00 horas, así como en aumentar el número de personas de los grupos de las visitas guiadas, aunque todavía está por confirmar.

El Monasterio de Rueda, solo con visita guiada por cinco euros

El Monasterio de Rueda ha abierto sus puertas al turismo hace apenas una semana con todo el conjunto visitable y también con la posibilidad de alojarse ya en la hospedería que se ubica en su interior.

Las visitas solo se pueden realizar con reserva previa y de forma guiada. Las entradas, que tienen un coste de 5 euros para mayores de edad, se pueden adquirir en las taquillas del recinto, diez minutos antes de cada pase.

Durante el verano, hasta el 13 de septiembre, el monasterio podrá visitarse todos los días, con dos turnos por la mañana (a las 11:00 y a las 13:00) y dos por la tarde (a las 17:00 y a las 19:00) de lunes a jueves. El resto de la semana (viernes, sábados, domingos y festivos), se añade un pase matutino a las 12:00 y los de la tarde son a las 18:00 y a las 19:00 horas.

La duración de las visitas es de 90 minutos y los grupos se reducen a un máximo de 20 personas. Como medidas excepcionales, el uso de mascarilla es obligatorio y se deberán respetar las distancias así como el resto de normas de seguridad establecidas.

Ubicado a medio camino entre Sástago y Escatrón, en la Ribera Baja del Ebro, el monasterio de Rueda es, junto con el de Piedra, una de las construcciones cistercienses más destacadas de las levantadas Europa en los siglos XII y XIII.

La austeridad de su iglesia contrasta con el claustro gótico y la torre mudéjar. Pero si algo caracteriza al Monasterio de Rueda es la gran noria hidráulica de 18 metros de diámetro, que da nombre a este complejo.

Con el río Ebro a sus pies, los monjes cistercienses buscaron en este enclave agua, tierra, bosques frondosos y silencio. Prueba de que lo encontraron en Rueda son, además de la noria, el acueducto y los canales que entonces servían para llevar el agua hasta el recinto y cuyos restos todavía se conservan.

Salvando las distancias, el tan ansiado silencio y sosiego que los cistercienses hallaron en el monasterio todavía se puede conseguir. Pasar una noche en este entorno es posible en la Hospedería de Rueda, una instalación hotelera y de restauración que, tras años cerrada, se volvió a abrir a finales de 2019. Está incluida en la Red de Hospederías que gestiona Turismo de Aragón y, tras el paréntesis de la crisis sanitaria, sus puertas están abiertas de nuevo.

El Monasterio de Piedra, 1.600 entradas vendidas en 2 fines de semana

El Monasterio de Piedra abrió sus puertas el 13 de junio para visitas solo los fines de semana y durante los dos primeros días de apertura se vendieron 600 entradas, una cifra superior a la que se esperaba, teniendo en cuenta que entonces todavía no se podía viajar entre Comunidades Autónomas. El segundo fin de semana de apertura, el pasado, las visitas crecieron, con más de mil tiquets vendidos.

Estos datos dan fe de que los aragoneses tienen ganas de salir de casa y de visitar su entorno más cercano. El parque Jardín Histórico y el cenobio del complejo del Monasterio de Piedra están a disposición de los turistas con prácticamente total normalidad. Al tratarse en gran medida de un espacio abierto, respetar la distancia de seguridad es relativamente sencillo. En este sentido, según informan desde el monasterio, los visitantes se muestran muy receptivos y concienciados con las normas.

Como novedades, a partir de este sábado, el monasterio vuelve a estar abierto todos los días. Por otra parte, se mantiene la venta exclusiva de entradas a través de internet y los precios con un 10% de descuento.

Además de la terraza del bar, que está abierta desde el primer día, el restaurante del complejo estará operativo desde este sábado y está previsto que el hotel reanude su actividad el primer fin de semana de julio.

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