Un vertido incontrolado en Bailín deja a otros tres pueblos sin agua de boca

El incidente ocurrió el viernes y no se comunicó hasta ayer a la CHE y al alcalde de Caldearenas.
La DGA pide a la Guardia Civil que investigue la obstrucción de la arqueta desbordada

El alcalde deja correr el agua de la fuente de Caldearenas en presencia de varios vecinos.
Un vertido incontrolado en Bailín deja a otros tres pueblos sin agua de boca
R. Gobantes

Un incidente en el vertedero de Bailín (Sabiñánigo) ha agravado todavía más la crisis del lindano y ha dejado a tres nuevos pueblos sin poder beber del río Gállego, que se suman a los seis que ya estaban en esta situación desde hace tres semanas por la contaminación procedente de los residuos de Inquinosa. Se trata de Caldearenas y dos núcleos de su municipio, Latre y Anzánigo, en la comarca oscense del Alto Gállego. Y aunque el consejero de Medio Ambiente, Modesto Lobón, informó de que la alerta también afectaba a Estallo, el alcalde, Alejandro Castán, aclaró que este no toma agua del río.


La causa de estas nuevas restricciones es, según explicó Modesto Lobón, un "pequeño vertido incontrolado" de aguas contaminadas con el pesticida y sin depurar al barranco de Bailín. En sus inmediaciones se ha llevado a cabo en los últimos meses el traslado de residuos desde el viejo vertedero a una nueva celda de seguridad, que ha coincidido con el incremento de la presencia de lindano en las aguas del Gállego.


Lobón relató que la filtración se detectó sobre las 19.00 del viernes en una arqueta de las instalaciones de Bailín, donde se desbordaron "unos dos metros cúbicos" de agua contaminada. Añadió que esta situación se prolongó durante aproximadamente media hora, pero el personal de la empresa que ejecuta los trabajos y de Sarga que se encontraba en la zona advirtió lo ocurrido "y se ha corregido". 


El consejero informó de que al acceder al punto del vertido, hallaron dentro de la arqueta "unos 10 o 12 metros de tubo eléctrico de 10 milímetros de grosor que la habían obturado". De momento, nadie ha sabido explicar qué hacía allí ese material y el Gobierno de Aragón presentó ayer una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Sabiñánigo "para que lo investigue". "No queremos pensar nada ni dejar de pensar, pero esas arquetas se controlaron al principio de la obra y no había nada", afirmó Lobón.


Esta incidencia llevó a los técnicos de Medio Ambiente a reforzar el control de la contaminación del barranco de Bailín, y en los análisis de urgencia que se realizaron ayer por la mañana a 500 metros del punto donde confluye con el Gállego, los datos provisionales arrojaron valores de 12 microgramos de lindano por litro de agua, cuando en los días previos no se llegaba a los 5, indicó el consejero.No hablaron del vertido al alcalde

Teniendo en cuenta estas cifras "oficiosas" y las lluvias que se están produciendo en la zona –esta pudo ser, según la DGA, la causa de los picos de contaminación registrados en septiembre–, se decidió alertar al Ayuntamiento de Caldearenas para que cerrara la entrada de agua a sus depósitos y "recomendar" que los vecinos de esta localidad y de los núcleos de Latre y Anzánigo no consuman agua del grifo, que llega del río. 

No obstante, Modesto Lobón insistió en que es solo "una medida de precaución por la presunción de que el río baje más contaminado", a la espera de que Salud Pública tome hoy muestras para determinar la potabilidad de estos suministros.


El alcalde de Caldearenas comentó que recibieron el aviso a las 14.00 de ayer y que la DGA achacó la situación "a las tormentas que cayeron el viernes", sin hablar en ningún momento del vertido contaminante. El consejero de Medio Ambiente reconoció que esta fue la versión ofrecida al Ayuntamiento, "pero no hay nada que ocultar", afirmó. 


Este incidente ha vuelto a poner en entredicho la gestión de la crisis por parte del Gobierno de Aragón y la coordinación con la Confederación Hidrográfica del Ebro. Aunque Lobón defiende que la hay, no comunicó lo sucedido al presidente de la CHE, Xavier de Pedro, hasta primera hora de ayer. La DGA transmitió sus datos "verbalmente" y fue entonces cuando el organismo de cuenca tomó muestras para determinar las afecciones provocadas por el vertido.