Un plan para el retiro

Los aragoneses están preocupados sobre el futuro de las pensiones, aunque la mayoría no se ha informado de cuánto puede cobrar. Los expertos aconsejan hacer las cuentas y tomar decisiones con calma.

Las entidades financieras y aseguradoras se vuelcan a final de año en sus campañas para animar a aumentar las aportaciones para los productos de ahorro para la jubilación. Esta semana, las reuniones de la comisión del Pacto de Toledo del Congreso sobre el futuro de las pensiones públicas han tratado de lanzar mensajes para reforzar el sistema público. La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha asegurado que no van a desaparecer las pensiones, pero se esperan más reformas que previsiblemente las recortarán.


Al igual que el resto de españoles, los aragoneses estamos preocupados por nuestra futura pensión, aunque no sabemos ni cuánto cotizamos ni cuánto cobraremos, según se desprende de una encuesta realizada por el Instituto BBVA de Pensiones. En ella, el 46% confiesa no saber cuál es la pensión pública actual y el 54% que dice conocerla piensa que es inferior a la real. Frente a los 752,8 euros al mes que cree de media que cobra un jubilado, esta cifra se situó en 1.049,42 euros a principios de noviembre.


Además, frente a la tendencia a que se amplíe la edad legal de jubilación, actualmente en los 65 años, a los aragoneses les gustaría jubilarse a los 62,2 años.


La visión más o menos optimista sobre el futuro de las pensiones depende de la edad de quien responda. Según un estudio de Abante Asesores, los menores de 30 años son más optimistas respecto a la jubilación. En cambio, las personas de entre 30 y 45 años son las más pesimistas. El 83,5% de ellos afirma que la pensión no será suficiente y el 54% cree que su nivel de vida empeorará. Para los mayores de 65 años, que ya están cobrando una prestación pública, su preocupación es que se reduzca.


En el citado informe, el 31% de las mujeres quieren jubilarse lo más pronto posible, frente al 26% de los hombres. También son las más pesimistas sobre su situación en el futuro. Estas consiguen ahorrar menos que los hombres –pese a tener una esperanza de vida mayor– y se declaran más conservadoras a la hora de buscar rentabilidad a su dinero.


"La mayoría de la población desconoce cuáles van a ser sus circunstancias económicas llegada la jubilación. En general, la gente no sabe cuánto recibirá de pensión cuando se jubile, incluso aunque quede muy poco tiempo para su jubilación. Es necesaria mucha más información", indican desde BBVA. El banco es uno de los que cuentan con un simulador sobre la pensión futura.


Desde la entidad reconocen que "ahorrar para la jubilación requiere en primer lugar tener capacidad de ahorro". Este sería el paso previo, ya que los bolsillos de los consumidores no están tan boyantes como antes de la crisis.


"En estos momentos muy poca gente se puede permitir un plan de pensiones", aseguran desde la asociación de usuarios de banca y seguros Adicae. "La capacidad de ahorro de los consumidores está bajo mínimos", afirman.


Desde Ibercaja, que ve también la necesidad de complementar las pensiones públicas, son conscientes de las dificultades para ahorrar que pueden tener quienes aún están pagando una hipoteca o tienen salarios bajos. José Carlos Vizárraga, director general de Ibercaja Pensión, reconoce que haber estado pagando una vivienda también "es una forma de ahorro".


Además, aconseja que no hay que ahorrar con lo que sobra "sino ahorrar antes de gastar". Advierte de que "las pensiones en el futuro no van a ser lo que hemos conocido". Ante el desconocimiento sobre la pensión que corresponde en el futuro cree que "hay que trabajar mucho en la formación financiera de la gente para las nuevas generaciones".


Nadie habla de que vayan a desaparecer las pensiones públicas, pero los expertos consideran que pueden reducirse en torno al 30%, apuntan desde Abante Asesores. "A veces se dedica más tiempo a elegir coche que el plan de pensiones", pone como ejemplo Belén Alarcón, socia directora de la citada firma gestora. Para afrontar las decisiones relacionadas con la jubilación, considera que es necesario contar con un plan personal en el que se pongan sobre el papel las necesidades de cada persona. Así, habría que analizar desde qué ingresos desearía disponer a la hora de la jubilación, hasta cuáles son los ahorros actuales, qué capacidad se tiene para generar más y así se sabrá qué rentabilidad hay que obtener para conseguirlo. Para ello la firma también dispone de un simulador.


Todos coinciden en que cada persona requiere de un plan personalizado sobre su retiro, con el que conseguir que el descenso de sus ingresos no perjudique a su nivel de vida.


Desde Adicae coinciden con los expertos en que hay hacer un "análisis sosegado e independiente en cada caso" y, sobre todo, "no dejarse llevar por las estrategias comerciales" que se multiplican a final de año.

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