Un nuevo fármaco para enfermos de Parkinson reducirá efectos secundarios y dosis

El medicamento se podrá empezar a usar en verano y beneficiará al 50% de los pacientes que sufre la enfermedad.

Hospital Clínico de Zaragoza.
El Clínico duplica el espacio para los pacientes ya valorados en Urgencias
DGA

Los enfermos de Parkinson podrán beneficiarse a partir de este verano de un nuevo fármaco que reduce los efectos secundarios y las dosis diarias, ya que solo se necesitará una pastilla. Un avance en el tratamiento que se produce, precisamente, en el año en el que se celebran los 200 años en el que fue reconocida esta patología, que afecta a más de 5.000 personas en la Comunidad aragonesa.

Fue el médico clínico James Parkinson el que en 1817 hizo una definición de esta enfermedad, que en un principio llamó "parálisis agitante". Describía esta patología, que celebra su día mundial el próximo día 11 de abril, como aquella que "causaba movimientos involuntarios de carácter tembloroso con disminución de la fuerza muscular". "Desde entonces, los investigadores de todo el mundo nos hemos empeñado en encontrar una cura para la enfermedad", señaló el responsable de la Unidad de Trastornos del Movimiento del servicio de Neurología del hospital Clínico de Zaragoza, Javier López del Val. Aunque desgraciadamente no se ha encontrado esta solución definitiva, la realidad es que en estos dos siglos los facultativos han conseguido mejorar la calidad de vida de los afectados. "Estamos viendo pacientes de 33 años de evolución", aseguró el neurólogo.

Actualmente, el párkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente en España después del alzhéimer. Además de temblor, normalmente, los afectados sufren rigidez, lentitud de movimientos, problemas de equilibrio y coordinación. Pero, según reconoció López del Val, se está intentando mejorar el diagnóstico, ya que hay "errores y retrasos" en un 24% de los casos. Por ello, actualmente, los facultativos tienen en cuenta otros factores "no motores" que acompañan la enfermedad, como son la somnolencia diurna, los trastornos afectivos (como ansiedad o apatía con o sin depresión) o psicosis. "Por ejemplo, muchos pacientes nos dicen constantemente que están cansados", apuntó el especialista.

Desde mediados del siglo XX (1960), ha sido la levodopa, que compensa la dopamina que les falta a estos pacientes en el cerebro, el principal fármaco que se ha usado para combatir el párkinson, pero poco a poco se han sumado otros para intentar hacer frente a los efectos secundarios que se ha demostrado que acarrea la levodopa.

Nueva herramienta

A partir del verano, se contará con una nueva medicación, la denominada opicapona, que reducirá los efectos secundarios y las dosis (solo será necesario un comprimido al día). "Podemos decir que casi un 50% de los pacientes podrán beneficiarse de ella", explicó López del Val, que recordó el elevado coste de estos tratamientos. En estos momentos, la medicación vale de media unos 8.000 euros, aunque puede llegar a alcanzar los 50.000 en las etapas más complicadas de la enfermedad (a las que llegan entre un 8% y 12% de los pacientes). Aunque ha dado muy buenos resultados, solo un 12% de los enfermos pueden recurrir a la cirugía. El Clínico, además, participa en varios ensayos clínicos para mejorar los tratamientos de los pacientes con párkinson.

López del Val agradeció la ayuda que ofrece la Asociación Parkinson Aragón a los pacientes para potenciar la rehabilitación, la fisioterapia o el logopeda, ya que reconoció que sería imposible que el Servicio Aragonés de Salud absorbiera todos los enfermos que requieren de estos tratamientos adicionales.

Por su parte, el gerente del Clínico, Ignacio Barrasa, dio las gracias a todas las entidades y profesionales que trabajan para conseguir mejorar el día a día de estos pacientes y ayudan a sensibilizar a la población sobre el párkinson.

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