Hay al menos tres interesadas. Luis Corella, consejero delegado de Bionatur Roses, confirmó este miércoles que "una empresa holandesa de transportes, otra de fertilizantes y otra de empaquetado" quieren instalarse en el Parque Empresarial del Medio Ambiente (PEMA) y ejercer de industria auxiliar de Bionatur Roses. El problema es que no podrán hacerlo hasta que no se desbloquee el proceso judicial, pendiente de la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, que en febrero de este año ordenó la paralización cautelar de los trabajos.

Corella reconoció que "siempre es mejor que haya empresas auxiliares", ya que un invernadero como este necesita una ingente cantidad de suministros. Hasta que no haya avances, la empresa tendrá que buscarlos en puntos como Madrid o Barcelona, ya que ninguna firma soriana podrá satisfacer sus futuras necesidades.

El consejero delegado admitió que los reveses judiciales hicieron que se replanteasen el proyecto, ya que creaban "un gran problema". "Ya estábamos metidos hasta el cuello en el asunto y teníamos que seguir adelante", afirmó.

Entre otras razones, Bionatur quiso instalarse en los alrededores del Parque Empresarial porque era una ubicación a la que se le presuponía un "desarrollo de futuro". Él espera que el Proyecto Regional "prospere" y que el invernadero pueda tener a su alrededor "todo lo que necesita". "No hay motivos para que no salga adelante. Está lejos de todas las zonas de interés ecológico", argumentó.

La relación con el PEMA no será puntual. No en vano, las infraestructuras de Bionatur "conectan con la zona industrial del Parque Empresarial del Medio Ambiente para los servicios de suministro eléctrico y de gas, así como de suministro de agua y depuración".

Meses atrás, representantes de la empresa se reunieron con ASDEN para aclarar la situación del invernadero. Los ecologistas se comprometieron a no bloquear judicialmente su construcción por estar fuera del Proyecto Regional.

En lo referente a la necrópolis hallada durante la construcción de las instalaciones, Corella admitió que "una vez que los servicios de la Junta analizaron y recogieron los restos de valor parar llevarlos a museos" se abrieron dos opciones. La primera era taparla y la segunda, la escogida, "mantenerla abierta". La firma creará "una especie de museo" al lado del camino que pasa al lado de la ribera, punto donde se produjo el hallazgo. "Todo el mundo podrá ver lo que era una necrópolis hace mil años", dijo.