Tráfico multiplica los controles de drogas y los sancionados pasan de 18 a 113 en 4 años

Las pruebas de psicotrópicos crecen de 35 a 800 desde 2012 y el cannabis y la anfetamina suponen tres de cada cuatro casos.

Imagen de archivo de un control de tráfico
Imagen de archivo de un control de tráfico
Rafael Gobantes

Las carreteras siguen a diario transitadas por cientos de infractores que ponen en peligro las vidas de los demás. Entre los casos más flagrantes sobresalen los que protagonizan conductores bajo la influencia del alcohol o de las drogas. O ambas a la vez.

La mayor concienciación y la propia inteligencia humana promueven que estas conductas disminuyan considerablemente con el paso del tiempo aunque no llegan a extinguirse. En este sentido, el endurecimiento de las sanciones por alcohol y drogas, el derivarlas a la parcela judicial y la intensificación de los controles sobre el asfalto están resultado determinantes para descubrir conductores que circulan quebrantando la legislación vial, siendo un riesgo social.

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha acrecentado en los últimos ejercicios las pruebas para descubrir sustancias psicotrópicas al volante. En el caso de Soria, han pasado de 35 a 812 en solamente cuatro años, de 2012 a 2016, al alza siempre durante este periodo, aumentando notablemente la detección de infractores. En 2012 fueron cazados 18 automovilistas por transitar bajo los efectos de las drogas, pasando a 36 en 2013, 70 en 2014, 122 en 2015 y 113 en 2016.

La sustancia detectada más habitualmente es el cannabis, que cada año ronda la mitad de los casos denunciados. En 2016 se elevó hasta el 52,20% de los positivos, según la respuesta oficial del Gobierno a la pregunta del diputado del PSOE por Soria, Javier Antón. Le sigue la anfetamina, por encima del 20%. Cierran la tipología y proporción la metanfetamina (13,21%), la cocaína (11,95%) y los opioides (2,52%).

Según el Ejecutivo, los conductores sancionados por consumo de alcohol son muchísimos más que los de drogas. Más del doble en la provincia, que sitúa en 113 los sancionados por drogas y en 244 los de alcohol en 2016. En el segundo caso, experimentan tres años seguidos de caída, desde el máximo de 404 en 2013. Conviene matizar que los test de drogas que se efectúan son una mínima parte de los referidos a alcohol. En Soria, 43.519 y 812 el pasado año, respectivamente, según la referida contestación parlamentaria, con evoluciones bien distintas. Las pruebas de alcohol caen drásticamente, de más de 76.000 a 43.500 desde 2013, mientras la presión sobre las drogas no para de crecer.

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Soria especifican a este medio que las campañas para captar alcohol y drogas ya no van separadas sino que se llevan a cabo conjuntamente. Lo habitual es que en los dispositivos, los agentes de la Guardia Civil efectúen inicialmente sólo el test de alcohol, por ser el de drogas mucho más caro e implicar un mayor tiempo. Cuando, al detectar ciertos comportamientos o aspectos fisiológicos, los funcionarios sospechan de un posible consumo de estupefacientes, la prueba es doble. De ahí que los controles de drogas sean muchos menos pero con un grado de ‘acierto’ muy superior.

Cambian las tornas este año

Los datos al margen de los referidos aportados por la Subdelegación a este medio ponen de manifiesto que el balance del comienzo de 2017 está alterando las proporciones, hasta el punto de que las sanciones por drogas superan a las de alcohol. Se trata, no en vano, de registros que únicamente abarcan cuatro meses, de enero a abril, con lo que resultaría precipitado sacar conclusiones sobre un cambio total de tendencia. Además, las diferencias en el cómputo global no son excesivas. Tráfico captó en el primer cuatrimestre a 66 conductores bajo los efectos de las drogas y a 47 por alcohol.

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