LENTA RECUPERACIÓN

Un año y medio de baja por el ataque de una jauría en Fuentes de Rubielos

Un hombre mordido por los perros de un cazador sufre secuelas irreversibles. Dice que el riesgo de ataques no ha desaparecido.

Ramón rubira continuará hospitalizado hasta el próximo miércoles.
Un año y medio de baja por el ataque de una jauría en Fuentes de Rubielos
TONI LOSAS

Ramón Rubira, el vecino de Burriana (Castellón) de 58 años que estuvo a punto de perder la vida al ser atacado por una jauría de perros el 17 de enero de 2010 en Fuentes de Rubielos, recibirá el alta médica definitiva el próximo miércoles. Habrá pasado un año y medio del ataque de una manada de canes del mismo cazador que, un año antes, había dejado malherido a un vecino de Fuentes, Luis Villanueva. Rubira explicó ayer que hace dos semanas recibió la última sesión de rehabilitación en su pierna derecha, que a pesar del tratamiento presenta secuelas irreversibles, como de pérdida de sensibilidad y movilidad, además de unos dolorosos «pinchazos» al apoyarla.


Junto a las graves lesiones provocadas por mordiscos y desgarros en la pierna, los perros, que se abalanzaron sobre Rubira mientras acompañaba a su hijo de caza, causaron heridas en el cuello, el brazo izquierdo y la cabeza.


Como consecuencia del ataque, ha perdido «la mayor parte» de la oreja izquierda. Sin embargo, ninguna de estas lesiones le provoca problemas para su vida cotidiana comparables a las sufridas en la pierna derecha, que, «debido a los daños en los nervios, apenas tiene sensibilidad. Es como si fuera de corcho de la rodilla hacia abajo. No puedo andar bien».


El herido explica que, a pesar de la gravedad del incidente ocurrido hace año y medio, la situación de la jauría no está resuelta y el cazador sigue saliendo a cazar, aunque con menos canes que cuando se produjeron los dos ataques. Rubira explica que, desde que fue acorralado por la jauría, no ha vuelto a disfrutar de los paseos por el monte a los que era aficionado. «Antes me lo pasaba bien en el campo pero ahora ya no voy tranquilo porque el dueño de los perros continúa cazando. No me explico como no le han quitado esos animales, porque son peligrosos como lobos».


Luis Villanueva, primera víctima de la jauría y actual alcalde, considera que la situación de los perros «no está resuelta», aunque reconoce que la DGA y el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil controlan la situación de los animales y de la perrera. Villanueva añadió que tanto el Ayuntamiento como los vecinos están «preocupados» por la posibilidad de que se produzcan nuevos ataques.


El pasado abril, el Ayuntamiento tomó un acuerdo plenario de apoyo a la sugerencia del Justicia de Aragón a la DGA para que prohiba o regule la caza con rehala, la que se practicaba cuando se produjeron los ataques de Fuentes de Rubielos.