Representación teatral en el Bajo Aragón

Las fiestas de la Villa de Alcorisa reúnen a más de 10.000 visitantes

La cuarta edición recreó teatralmente por las calles la independencia de la localidad en el siglo XVII con respecto a Alcañiz.

La representación teatral de Alcorisa finalizó con un aquelarre.
Las fiestas de la Villa de Alcorisa reúnen a más de 10.000 visitantes
MARíA QUíLEZ

Un aquelarre puso fin ayer a las fiestas de la Villa de Alcorisa. Cuando cayó la noche, tres brujas entraron en la plaza de Los Arcos, al lado del Consistorio, para danzar y preparar conjuros hasta que los fuegos artificiales cerraron las celebraciones.


Durante cinco días, la localidad bajoaragonesa ha vivido inmersa en el siglo XVII, época en que Alcorisa logró su independencia con respecto a Alcañiz. Concretamente, el 9 de noviembre de 1605 fue declarada Villa, y desde el viernes más de 500 vecinos han representado lo acontecido en aquella época en una fiel recreación teatral.


Desde la organización valoraron esta nueva edición, que cumple su cuarto año de funcionamiento, como todo un «éxito», con más de 10.000 asistentes. Si en ediciones anteriores los visitantes procedían del Bajo Aragón Histórico y en menor medida de Zaragoza, este año Alcorisa también recibió turistas de Cataluña y Valencia.


«Ya no solo funciona el boca a boca, Internet y las redes sociales nos han ayudado a atraer nuevos visitantes sin vínculos familiares con la zona», aseguró el presidente de la Asociación Cultural Fiestas de la Villa de Alcorisa, Jaime Cortés. Asimismo, la celebración también se benefició de la coincidencia de fechas con Autoclassic y Expocaspe, dos eventos que captaron numerosos turistas.


El acto principal de esta recreación teatral, ambientada en la Edad de Oro, se celebró el sábado cuando los emisarios del rey llegaron con una misiva que les daba la independencia después de cuatro años de lucha. Sobre el escenario se tomó posesión y se delimitó el término y se nombró al Justicia y a los jurados.


La Encomienda


Tras la firma de rigor, la localidad de Alcorisa se convirtió en una Villa más de la Encomienda de la Orden de Calatrava en el Bajo Aragón a quien rendiría cuentas a partir de entonces.


La fiesta, que se celebra cada dos años, también se vivió en las calles del casco antiguo, donde había veinte tabernas de comida y artesanía que, tal y como explicó Cortés, combinaron «la calidad con precios ajustados». El público ha podido disfrutar de un total de 30 actos, incluidos en un apretado programa.


El viernes, los más pequeños abrieron las fiestas con la celebración de un pleno infantil. Más de setenta alumnos de quinto y sexto de primaria del colegio El Justicia de Aragón de la localidad se reunieron con la corporación municipal a la que solicitaron la creación de un centro de ocio juvenil. El Ayuntamiento trabaja en la recuperación del antiguo dance.