Tribunales

Acusan a tres miembros de una familia de insultar y violar a la empleada del hogar

El fiscal pide penas que suman 26 años de cárcel y una indemnización para la víctima de 62.000 euros.

Dos de los acusados, en el momento de entrar a la sala de la Audiencia para ser juzgados
Acusan a tres miembros de una familia de insultar y violar a la empleada del hogar
A. GARCíA/ BIKOFOTO

Tres vecinos de Las Parras de Castellote, un anciano y sus dos hijos adultos de entre 40 y 50 años de edad, fueron juzgados este miércoles por la Audiencia Provincial de Teruel tras haber sido denunciados por su empleada del hogar. La mujer, de nacionalidad marroquí, que trabajó para la familia durante seis meses y convivió con ella al ser trabajadora interna, afirmó haber sido insultada continuamente por el padre, Miguel B. T., y uno de los hijos, Antonio B. B. y agredida sexualmente por el otro hijo, Miguel B. B.


El fiscal solicitó dos años y medio de prisión para uno de los hijos y la misma pena para el padre por presuntos delitos contra la integridad moral. Para el otro hijo, al que acusa de violar a la mujer en una ocasión y de intentarlo en otra, pide 21 años de cárcel. Además, solicitó en su escrito de calificación definitivo que los tres imputados indemnicen a la víctima con un total de 62.000 euros.


La mujer declaró -a través de un intérprete, pues desconoce el castellano- que su salario mensual eran 500 euros y que libraba al mes cuatro días. Su jornada comenzaba a las 9.00 y finalizaba a las 23.30. Señaló que en la casa, en la que además del padre y uno de los hijos -el otro reside en una casa próxima- vivía también la esposa enferma del anciano, no tenía calefacción y en su habitación había pulgas. Afirmó que el trato recibido por la familia era vejatorio, pues la insultaban y la reñían continuamente, además de acusarla de robar.


Relató también que en dos ocasiones fue agredida sexualmente por Miguel B. B., tras lo cual optó por bloquear la puerta de su dormitorio con la cama. Explicó que no denunció los hechos al considerar que estos eran "horribles" y que solo salieron a la luz cuando, presa de una crisis de ansiedad, tuvo que ser ingresada en el hospital de Alcañiz.


El anciano negó haberla insultado aunque admitió que una vez la llamó "fea". Por su parte, el hijo acusado de agredirla sexualmente negó con rotundidad estos hechos y calificó la versión de la empleada de hogar de "montaje".


El abogado de la defensa, Javier Vicente, afirmó que la denunciante incurrió en múltiples contradicciones que ponen en duda la veracidad del relato de la violación. Sostuvo que la sola declaración de ella no es suficiente como prueba de cargo, pues faltan restos biológicos o daños corporales que prueben que existió agresión. Añadió que la mujer denunció con el ánimo de conseguir el permiso de residencia en España y de obtener una indemnización.