Si hay quien duda a la hora de planificar sus vacaciones de verano por el desembolso económico que supone tal y como están las cosas, debe saber que este no tiene que ser impedimento. Los viajes y visitas turísticas a coste cero son totalmente factibles, y solo hace falta consultar alguno de los numerosos foros especializados, las guías de viaje o mantener los oídos alerta.

Sirva como ejemplo la propia capital aragonesa, donde con un poco de picardía se puede disfrutar de un fin de semana completo de ocio sin desprenderse de un solo euro. Y la ruta puede comenzar con alguno de los emblemas de la ciudad. La basílica del Pilar, el Torreón de la Zuda o la última exposición del Patio de la Infanta permiten el acceso libre.

De la misma forma, museos y salas como el Museo de Zaragoza, el Camón Aznar lo son. La Lonja ofrece, sin coste de entrada, la muestra sobre el fotógrafo Jacques Henri Lartigue, y el Paraninfo, las de Joaquín Costa y Baltasar Lobo. Junto a estos espacios, existen otros enclaves como el Centro de Historia, el Museo Etnológico y de Cerámica o el recientemente inaugurado Pablo Serrano.

Además, hay que tener en cuenta que todos los domingos la entrada al Palacio de La Aljafería es gratuita y que el primer domingo de cada mes también lo es en los museos municipales, por lo que ese día serán gratuitos los museos arqueológicos romanos (Foro, Termas, Puerto Fluvial y Teatro de Cesaraugusta) y el Pablo Gargallo.

Todo un laberinto de opciones, que exigen varios desplazamientos por la ciudad. Y para ello, la forma más rápida, cómoda y barata son las dos ruedas. Echando mano del Aula de Medio Ambiente Urbano, en la denominada Calle Indiscreta, existe la opción de tomar una bicicleta prestada por cero euros, con la que moverse por las calles de Zaragoza. El horario de cesión es de 9.30 a 19.45 de lunes a viernes, y de 10.00 a 13.45 los sábados, domingos y festivos. Un servicio similar ofrecen los aparcamientos públicos de la empersa Vinci Park.

Después de tantas pedaladas, hay que recuperar fuerzas. Un momento complicado si se quiere cuidar la economía. Lamentablemente, en la capital aragonesa no existe la cultura de tapa gratis por cada consumición, como sí sucede en otras urbes como León o Granada. Sin embargo, se puede recurrir a portales de internet que guían a los viajeros en la busca y captura del aperitivo ‘free’. Es el caso de Comer Por La Patilla, donde informan de los eventos en los que recuperar fuerzas sin coste alguno.

Y tampoco hay que hacer muchas cuentas para encontrar un alojamiento donde pasar la noche sin pagar absolutamente nada. Solo hay que dejarse llevar por iniciativas tan atractivas y populares como el ‘Couchsurfing’ o el intercambio de casas. Dos propuestas que ofrecen al viajero una forma de disfrutar de cama gratis en la ciudad visitada, a cambio de devolver el favor en la propia. La gran comunidad que ya forman en todo el mundo permite elegir entre miles de ciudades de destino.