ALQUÉZAR Y EL RIO VERO

Fortaleza para disfrutar

Alquézar proviene de Al-Qasr, que significa fortaleza, respondiendo perfectamente a la situación estratégica del castillo que defendía esta localidad. Rodear este enclave privilegiado es lo que proponemos para la ruta de hoy, última de la serie. Nos sumergiremos también en el río Vero.

El río Vero tiene un acceso complicado.
Fortaleza para disfrutar
PRAMES

Desde la Plaza Mayor (640 m) nos dirigimos hacia el castillo, caminando por la calle de la Iglesia. Un cartel nos advierte del camino del barranco de la Fuente, que toma su nombre de la fuente renacentista de Monchirigüel. Realizamos un giro a la izquierda y así podemos llegar al fondo del pequeño cauce del barranco, donde se halla una bifurcación de sendas. Tomamos la que sigue el descenso del arroyo, generalmente seco. Pronto lo cruzamos por un puente, primer equipamiento de los diversos instalados en este recorrido. A los pocos metros el camino se divide en dos, debiendo tomar el que desciende hacia la derecha por terreno escalonado que inmediatamente se transforma en una escalera de madera con sirgas metálicas de protección lateral.


Poco a poco nos vamos encajonando en un entorno salvaje y a la vez domesticado por estas realizaciones humanas para facilitar nuestro avance. Las escaleras en sucesivas tandas se vuelven más empinadas, hasta el punto de tener que realizar pequeños entrantes en los peldaños. Al fondo se abre la hendidura y a nuestra derecha una impresionante planta trepadora escala la montaña. Cruzamos alternativamente el lecho del barranco.


Ya próximos a su desembocadura y en la orilla derecha prestamos cuidado en un corto tramo en el que la senda transcurre pegada a la roca a unos tres metros del fondo. Una sirga nos ayuda en este paso.


Finalmente y tras superar un corto resalte rocoso llegamos al fondo, cubierto por grandes matas de boj que salpican el ahora plano sendero. Llegamos al río Vero (525 m), que nos recibe con una sorpresa localizada a cien metros aguas arriba, donde se encuentra un abrigo natural esculpido por la erosión fluvial. Antes observamos a nuestra derecha, en la terminación del barranco de la Fuente, una pasarela metálica de 50 m que supera un acantilado por la orilla derecha. Es la primera de las tres existentes.


Cruzada ésta, a los pocos metros y en el otro margen, finaliza otro pequeño pero interesante torrente. El río vira hacia la derecha, frente a nosotros los gigantescos farallones rocosos en cuya cúspide se asienta la fortificación de Alquézar y más cercana la segunda pasarela que salva un estrepitoso salto de agua.


En el descenso final de la misma prestar vigilancia en el lateral derecho ante la ausencia de protección. Tras este paso, el río serpentea para entrar en una zona de caos de piedras. La senda discurre paralela a su cauce, dejando a la derecha un camino que trepa hasta el mirador del Bicón, en la parte oriental de Alquézar. Pasamos por debajo de un grandioso bloque pétreo empotrado entre las rocas. Metros abajo nace la tercera pasarela, la más larga y espectacular, ya que desde ella contemplamos el tramo final del cañón del río Vero. Al final nos espera la antigua central eléctrica y una senda que asciende suavemente hasta encontrarse con la que, proveniente de Asque, nos conduce hasta Alquézar entre centenarios olivos.