Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Einstein, el dodo, Cajal y Servet

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'Einstein y el dodo', un monólogo de Ricardo Joven que él mismo representa
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TEATRO DEL TEMPLE

TEATRO ARAGONÉS

La dramaturgia también se atreve con Einstein, figura cuyo ‘tamaño’ como icono popular de la propia ciencia se asemeja a su talla científica. Pero no es en la fama ni en la genialidad donde pone el foco la obra ‘Einstein y el dodo’. Ricardo Joven, autor y actor único de esta pieza, sube al escenario «a un personaje profundamente humano, delirante y al mismo tiempo lúcido, que reflexiona con intensidad y emoción sobre la condición autodestructiva del ser humano».




La audiencia contempla a Albert Einstein en un momento crucial de su existencia, cuando se entera de que la bomba atómica, que él ha ayudado a crear, ha sido lanzada sobre Hiroshima y Nagasaki. Este sentimiento de culpabilidad se amplifica al pensar en la hija que nunca llegará a conocer y a quien decide explicarle su vida a través de una grabación. Finalmente, ve que la mejor forma de hacerlo es contándole un cuento. Y elige la historia del pájaro dodo, ave primitiva que, al llegar a unas islas del Pacífico libres de depredadores, evolucionó perdiendo las alas y aumentando espectacularmente de tamaño. Una trágica adaptación que le hizo vulnerable cuando el ser humano llegó a su hogar y comenzó a cazarlo. En unas décadas, la especie se había extinguido.


La producción del Teatro del Temple recrea el delirio emocional que pudo haber sufrido un Einstein que, desesperado, inventa un último gesto de reivindicación: vestirse de pájaro dodo para subir al Empire State y lanzarse al vacío.

Este monólogo, dirigido por Carlos Martín, acaba de completar una gira por salas pequeñas de Amorebieta, Madrid, Santander (donde recibió los premios al Mejor Actor y Mejor Espectáculo en el Indifestival de Teatro Independiente), Ciudad Real y París, con punto de partida el pasado noviembre en el Teatro Espada de Madera de Madrid, donde se estrenó. Está previsto que podamos verla en Zaragoza, en el Teatro del Mercado, el próximo mes de noviembre.


TÍTERES

La ciencia también maneja los hilos del teatro de marionetas. En Aragón tenemos el brillante ejemplo de ‘Cajal, el rey de los nervios’, de los Títeres de la Tía Elena, con Premio al Mejor Texto para Adolfo Ayuso en la Feria Europea de Teatro para Niños y Niñas (FETEN) 2010. Santiago Ramón y Cajal mayor, con una presencia casi humana, hace de narrador entre las escenas que protagoniza el personaje de Cajal niño. Su curiosidad, su rebeldía, sus travesuras infantiles, que de forma tan amena detalló el sabio en ‘Mi infancia y juventud’, arman la trama. Esta obra lleva realizadas 60 representaciones por toda España y tiene firmadas para este año 56 más.


Este año, con motivo del V centenario del nacimiento de otro ilustre aragonés, los mismos creadores trabajaron en un espectáculo sobre Miguel Servet por encargo de la Asociación de Estudios Sijenenses. Ayuso comenta que «estaba muy avanzado el texto, las escenografías, la dramaturgia..., pero hace ya meses que se vino abajo por falta de financiación». Iba a ser para alumnos de la ESO y bachillerato «porque la figura de Servet es bastante compleja y requiere la comprensión de conceptos filosóficos y teológicos inalcanzables para niños y niñas más pequeños; Cajal era otra cuestión, nos había legado en sus memorias unas historias deliciosas».