Hace unos meses, Samsung suspendió la producción de su último modelo de teléfono, el Galaxy Note 7, debido al riesgo de explosión que presentan las baterías de ión de litio. Las que portaban los 535.000 ordenadores de Sony Vaio Fit 11A retirados del mercado daban los mismos problemas. Otros aparatos eléctricos, como los patinetes hoverboard, desaparecieron también de la circulación por culpa de sus baterías, aunque estas no son las únicas que impiden la venta de un producto. La normativa de seguridad ligada al Marcado CE incluye otras muchas razones.

Para conocerlas todas y que ningún contratiempo dé al traste con los nuevos productos del mercado, Itainnova ofrece a ingenieros de diseño, fabricantes, importadores y distribuidores un curso de Marcado CE, del 13 de febrero al 9 de junio.

"Todos los productos que se venden o se ponen en funcionamiento dentro de la Unión Europea, desde juguetes y materiales de construcción hasta equipos médicos, han de cumplir los requisitos de seguridad del Marcado CE", expone Miguel Trallero, jefe del Laboratorio Eléctrico de Itainnova y coordinador de los cursos sobre Marcado CE.

Un sistema de control para personas que toman anticoagulantes orales, de la empresa Alere, intrumental quirúrgico de Batu Medical, preservativos de Condomfabrik, electrodomésticos y lámparas de Ikea... Una larga lista de productos se mantiene fuera del mercado por no garantizar la seguridad del usuario. Y la responsabilidad ante cualquier accidente la tiene el fabricante, a quien el Instituto Tecnológico de Aragón ofrece toda la información para que sus productos sean incapaces de causar daño alguno al usuario.

Muchos de esos productos precisan someterse a ensayos que certifiquen que son seguros, como los equipos que emiten radiación y, en general, las máquinas y aparatos eléctricos y electrónicos. E Itainnova es uno de los centros oficialmente acreditados para realizar estos ensayos.

Miguel Trallero, Cristina Esteban, Olga Cantín y José Mené son los expertos en Marcado CE que impartirán el curso. Ellos son los que efectúan los ensayos de aparatos eléctricos, electrónicos y máquinas. En estas pruebas emplean una cámara semianecoica, para verificar emisiones e inmunidad radiada, y el material de laboratorio que ayuda a certificar la seguridad eléctrica de los aparatos y su resistencia por ejemplo al fuego y a los impactos.

Cumplir las directivas

Para adquirir el Marcado CE hay que cumplir diferentes directivas europeas, normas que hacen referencia a distintos aspectos de la seguridad. En el curso de Itainnova y tras un repaso al significado de la certificación y sus consecuencias, se estudiarán las directivas de ‘Máquinas’, ‘Restricción de uso de substancias peligrosas’, ‘Reciclaje de productos eléctricos y electrónicos’, ‘Seguridad en Baja Tensión’ y ‘Compatibilidad Electromagnética’.

Estas dos últimas acaban de incorporar pequeños cambios que "ayudan a definir mejor las responsabilidades del fabricante, el importador y el distribuidor de productos en la Unión Europea", indica Trallero.

El curso va dirigido a gerentes y directores de pymes, técnicos y responsables de ingeniería de diseño de equipos eléctricos y máquinas, laboratorio y calidad. Trallero reconoce que, "aunque el Marcado CE es obligatorio desde 1995, sigue habiendo dudas sobre qué hay que hacer para conseguirlo y qué responsabilidades implica". Por eso, Itainnova advierte que "tener el Marcado CE correcto, con la documentación necesaria, es importante por si nuestro producto causa algún daño; es la prueba de que nuestro producto es seguro".