Tercer Milenio

En colaboración con ITA

La divulgación cierra el círculo

La sociedad demanda conocer los resultados de su apuesta y exige recibir información sobre los avances, retroalimentando el sistema.

La sociedad se ha ido concienciando sobre la relevancia de la investigación
La sociedad se ha ido concienciando sobre la relevancia de la investigación
José Miguel Marco

Un cuarto de siglo obliga a hacer balance repasando el camino que hemos recorrido con Tercer Milenio. Su primer número aparece en un periodo clave para la actividad científica en España. Entre los años ochenta y parte de los noventa la investigación de nuestro país se modernizó con políticas activas que la respaldaban, la dotación de fondos crecía de forma significativa y también la proyección externa de la ciencia al mundo empresarial y social.

Este mismo impulso provocó que la inversión en I+D+i comenzara a verse en las compañías como una vía para mejorar tanto su productividad como su capacidad competitiva y se incluyera tanto en su diseño orgánico como en sus partidas presupuestarias.

También la sociedad en general se fue concienciando sobre la relevancia de la investigación en el éxito global del país. Un cambio en que es fundamental la retroalimentación que desencadena la divulgación. El ciudadano que accede a los resultados científicos en un formato atractivo y didáctico desarrolla una conciencia sobre la importancia de la investigación en la mejora del estatus de su sociedad dentro de la economía global. Y esto hace que se implique en varios niveles, de forma activa participando en la ciencia ciudadana, apoyando económicamente las investigaciones y respaldando las políticas públicas.

En la última década hemos visto cómo el ciudadano se involucra activamente en experimentos y estudios en investigaciones que solo pueden tener éxito con la colaboración de los individuos de la sociedad. Solo la satisfacción de colaborar con el resultado de la investigación ha permitido importantes avances y resultados.

Pero el compromiso de la sociedad además ha sido económico. La fórmula del mecenazgo ya existía pero parecía estar reservado a las grandes fortunas, un tabú que se ha ido desterrando. Y el salto cualitativo lo desencadenaron las fórmulas de ‘crowdfunding’ que han obligado a las instituciones a dar respuesta a una sociedad que quería elegir cuánto y dónde invertía en desarrollo de I+D+i. La ciudadanía quiere participar cada vez más en la toma de decisiones.

Además, ha habido un respaldo social a las políticas de los poderes ejecutivos, como son la apuesta por una Ley de la Investigación e Innovación de Aragón o la búsqueda de un Pacto por la Ciencia.

Y es aquí donde se cierra el círculo que ha desencadenado la divulgación, la sociedad demanda conocer los resultados de su apuesta y exige recibir información sobre los avances, retroalimentando el sistema.

Hace 25 años solo unos pocos pioneros se esforzaban por trasladar su conocimiento, ahora la divulgación ha cobrado una relevancia fundamental convirtiéndose incluso en una obligación legal. Al investigador se le exige hacer difusión de sus resultados. Algo que también es un ejercicio de transparencia al rendir cuentas del provecho obtenido con el dinero público.

Tercer Milenio ha sido clave en este avance, convirtiéndose en un pilar de la difusión y la educación en la ciencia en Aragón. Pero además ha sido un modelo en nuestro país, donde se ha convertido en un referente de cómo acercar la investigación y convertir el lenguaje técnico en textos atractivos y didácticos que ayudan a impulsar nuestra sociedad.

Tercer Milenio sigue siendo necesario, sigue siendo necesario para contar la ciencia de manera sencilla, rigurosa y amena. No solo por lo indicado arriba, sino también porque seguimos necesitando vocaciones científicas y, sobre todo, romper la brecha de género que aún existe en estos estudios, estamos convencidos de la importancia de Tercer Milenio de cara a estos objetivos.

Quiero concluir con dos palabras que reflejan el sentimiento de la Universidad de Zaragoza hacia este suplemento: gracias y enhorabuena. Feliz cumpleaños.

José Antonio Mayoral Rector de la Universidad de Zaragoza

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