Los hallazgos de una investigación podrían convertir las percepciones del ya despreciable chinche de cama de una molesta plaga en una amenaza médicamente importante. Un estudio de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, en Estados Unidos, muestra que los niveles de histamina son sustancialmente más altos en hogares infestados por chinches que en hogares libres de plagas, y que estos niveles de histamina persisten durante meses, incluso aunque se hayan eliminado los chinches del hogar.

El investigador post-doctoral de la Universidad Estatal de Carolina del Norte Zachary DeVries y sus colegas del Departamento de Salud y Servicios Humanos de la universidad realizaron un estudio en Raleigh, Carolina del Norte, para comparar los niveles de histamina en hogares con y sin infestación de chinches de cama. Los científicos también evaluaron en qué medida el tratamiento y el tiempo afectan a los niveles de histamina.

"Los niveles de histamina en las casas infestadas de chinches de cama fueron al menos 20 veces más elevados que los niveles de histamina en los hogares sin chinches -apunta DeVries-. Y estos niveles no disminuyeron mucho tres meses después de tratar las casas infestadas con calor e insecticidas".

En los humanos, las histaminas generalmente se liberan como parte de una respuesta inmune; causan inflamación y ayudan a otros químicos del sistema inmune a combatir un patógeno o realizar trabajos de reparación celular. Sin embargo, las histaminas pueden tener efectos nocivos en los seres humanos, incluidas las erupciones cuando se contactan con problemas respiratorios y de la piel cuando se inhalan; como en las reacciones alérgicas a ciertos alimentos, polen, moho u otras condiciones ambientales. "Las histaminas se utilizan en las pruebas de alergia respiratoria y de la piel como un control positivo: causan un bulto en las pruebas de la piel y restringen la respiración en las pruebas respiratorias", afirma DeVries.

Los chinches emiten histamina en sus heces

Los chinches emiten naturalmente altos niveles de histamina en sus heces; DeVries dice que los chinches usan histamina como marcador de un buen lugar al que adherirse. Cuando los chinches encuentran su camino a las casas, tienden a acumularse en las habitaciones donde los humanos durmientes, la fuente de alimento para estos bichos, pasan buena parte de su día.

Utilizando un complejo de apartamentos de Raleigh como sitio de estudio, los científicos buscaron en apartamentos específicos pruebas de chinches y también en apartamentos que no se vieron afectados por los chinches, y luego recolectaron el polvo doméstico en ambos tipos de apartamentos. Aquellos con infestaciones de chinches de cama tenían niveles de histamina sustancialmente más altos en polvo que los apartamentos sin evidencia de chinches, así como apartamentos de "control" a algunas millas de distancia que no tenían historial de infestación de chinches.

Los investigadores también rastrearon los niveles de histamina a lo largo del tiempo después de someterlos a tratamientos de calor profesionales en un subconjunto de los apartamentos infestados. Los niveles de histamina no disminuyeron significativamente tres meses después del tratamiento, lo que demuestra la capacidad del químico para persistir a pesar del calor extremo. "Una combinación de tratamiento térmico para erradicar chinches y una limpieza rigurosa para eliminar parte del polvo doméstico podría ser una forma de reducir estos niveles de histamina, y haremos pruebas futuras para confirmarlo", afirma DeVries. "También investigaremos los efectos de la histamina en un ambiente interior, incluida la exposición crónica a la histamina en niveles bajos", concluye.