Seguro que habéis oído hablar del grafeno, está por todas partes. Es, sin lugar a dudas, el material del futuro. La clave de sus propiedades está en su particular estructura, una fina lámina de átomos de carbono que forman un precioso embaldosado hexagonal. Pero… ¿y si el futuro son los pentágonos?

Los teselados –patrones de figuras geométricas que recubren completamente una superficie– no son un invento humano, existen en la naturaleza. Además del grafeno, hay otros muchos ejemplos como las columnatas de piedra volcánica que recubren el norte de las islas británicas o las escamas de algunos peces y reptiles.

Teselación hexagonal en 'La Calzada del Gigante', en Irlanda del Norte (Reino Unido). Fernando Gomollón Bel

Pero, sorprendentemente, muy pocos teselados naturales están formados por pentágonos. Y estas estructuras podrían tener la clave para desarrollar dispositivos electrónicos mucho más eficientes. Investigadores estadounidenses han descubierto que las láminas de un extraño mineral presentan este curioso patrón pentagonal, conocido como ‘teselado de El Cairo’ porque muchas calles de dicha ciudad lo lucen con orgullo.

El mineral en cuestión es el seleniuro de paladio. Igual que el grafito, puede exfoliarse en láminas de un solo átomo de grosor. La diferencia con el grafeno es que los átomos (de paladio y selenio, en este caso) forman pentágonos en vez de hexágonos. Estas láminas presentan propiedades electrónicas diferentes al grafeno, pero muy similares a las del silicio, y podrían usarse para fabricar nuevos chips de ordenador y celdas solares de forma mucho más asequible.

Pero de momento, el proceso para obtener láminas de selenurio de paladio sólo funciona a pequeña escala. Así que, mientras tanto, ¿qué os parece echar un vistazo a 'Ars Qubica', una maravilla de cortometraje sobre los teselados –y otros motivos geométricos– y su estrecha relación con las matemáticas? Dura tres minutos y es sencillamente hipnotizante.