Tercer Milenio

En colaboración con ITA

El 'no frost' de los escarabajos

Stenocara gracilipes
Stenocara gracilipes
Project Noah

Para evitar que las carreteras acumulen hielo y se conviertan en una pista de patinaje cuando el frío arrecia, o impedir que las piezas de los aviones se cubran de escarcha mientras vuelan a 12.000 metros de altura, de poco sirve la popular tecnología 'no frost' que usan la mayoría de frigoríficos y congeladores del mercado. Hay que recurrir a métodos más sofisticados, como el que usan los escarabajos del desierto de Namibia (Stenocara gracilipes). Sí, has leído bien. Aunque vive uno de los lugares más calurosos del mundo, irónicamente la cubierta de este insecto puede esconder el secreto para crear cubiertas que nunca se cubren de escarcha. Al fin y al cabo no hay que olvidar que el primer paso para que la turbina de un avión se hiele es que lo haga una solitaria gota de agua. Eso ya genera una reacción en cadena difícil de frenar. La única forma de evitarlo es crear un material donde el agua no se condense. Y de eso el escarabajo de Namibia sabe mucho, ya que cuenta con una superficie que es hidrofóbica en los laterales pero, simultáneamente, atrae la humedad en las puntas, de modo que crea canales de agua que llevan todo el líquido que pueda caer sobre su cuerpo directamente hacia la boca.


Esta estrategia, que en el caso del insecto impide que se deshidrate en un entorno árido, ha sido emulada a nivel microscópico por científicos del Laboratorio Nacional Oak Ridge de Estados Unidos para desarrollar superficies que repelen por completo cualquier líquido y se mantienen inmunes al hielo incluso a temperaturas por debajo de los cero grados. "Evitar la condensación del agua y su congelación es menos costoso y más efectivo que mantener las superficies secas, como hacen los frigoríficos no frost", aseguran los autores del trabajo.

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