El plan de la Nasa presenta un viaje a Marte en tres etapas. La primera se denomina ‘Exploración dependiente de la Tierra’ (Earth Reliant Exploration) y se centra en investigar a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS), que desde noviembre de 2000 está ocupada de forma permanente por seis astronautas y puede albergar a más.

Los planes de Charles Bolden, máximo responsable de la Nasa, son que, a partir de este banco de pruebas de microgravedad que es la ISS, se pongan a punto tecnologías y avances médicos que permitan dar el paso a misiones de larga duración en lo que se denomina el espacio profundo –a muchos millones de kilómetros de la Tierra–, y cuyo primer eslabón es el asalto a Marte y sus satélites. Por dicho motivo, Estados Unidos ha ampliado su financiación a la ISS para que continúe operativa hasta 2024.

El segundo escenario se denomina ‘Campo de Pruebas’ (Proving Ground) y será la zona del Cosmos donde los astronautas deberán aprender a realizar operaciones complejas en un entorno de semiespacio profundo, pero que permita a las tripulaciones regresar a la Tierra en cuestión de días.

Tal zona se encuentra en lo que se denomina espacio cislunar, un gran entorno alrededor de la Luna que posibilita permanecer en órbitas semejantes a las de las futuras misiones de espacio profundo. Allí, la Nasa podrá validar las prestaciones indispensables para que los seres humanos puedan vivir y trabajar a decenas de millones de kilómetros de la Tierra.

El paso final sería lo que se ha bautizado como ‘Actividades Independientes de la Tierra’ (Earth Reliant Activities). Tras las lecciones extraídas de la ISS y las estancias en el espacio cislunar, los astronautas ya deberían poder llevar a cabo misiones seguras en las dos lunas de Marte (Deimos y Fobos), en las órbitas bajas de Marte y, finalmente, sobre la superficie del Planeta Rojo.

-Pedro Duque: "No es cuestión de cuándo, sino de dedicar ingenieros".

-¿Por qué el destino es el Planeta Rojo?