Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Nubes para conservar las especies amenazadas

Analizando las nubes están extrayendo los patrones espaciales de la biodiversidad.
Analizando las nubes están extrayendo los patrones espaciales de la biodiversidad.
Megan Scudellari / Jet Propulsion Laboratory

Las nubes, además de fuente de lluvia, son fuentes de datos. Su presencia y densidad están muy relacionadas con dónde habitan las especies, ya sean animales o plantas. Y eso ha permitido que, a partir de los mapas de nubosidad del planeta obtenidos por los satélites Terra y Aqua de la NASA, científicos estadounidenses desarrollen una técnica para identificar especies amenazadas o que viven en áreas remotas, poco exploradas, como contaban hace algunos días en Univisión. En otras palabras, analizando las nubes están extrayendo los patrones espaciales de la biodiversidad para poder tomar decisiones acertadas sobre cómo proteger a las especies. Y todo a una resolución espacial de un kilómetro. "Por ejemplo, el trepatroncos montañero (Lepidocolaptes lacrymiger) -un ave sudamericana que vive en los bosques de los Andes- siempre había sido observado en cumbres de montañas nubosas y, con un mapa, ubicando dónde hay montañas y los mismos patrones de nubes, inferimos que es probable que se halle en tal montaña, aunque nunca nadie haya explorado esa cima", explica Adam Wilson, de la Universidad de Nueva York en Buffalo.


Por cierto, que si te has preguntado alguna vez cuánto pesa una nube, Aurora Ferrer daba hace algún tiempo la respuesta en Cienciaxplora. Un cumulus medio pesa unos 100 elefantes, mientras que las grandes nubes de tormenta suman el peso de 200.000 elefantes. Si se puede mantener en el aire una masa de agua semejante es porque su peso está distribuido en una gran cantidad de diminutas gotas de agua y cristales de hielo a lo largo de una superficie muy extensa.

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