- Enumere todos las fuentes de energía eléctrica que conozca.

- Radiación solar, viento, movimiento del agua, petróleo, carbón, gas... y tomate.

- ¿Tomate?

Sí, por insólito que parezca científicos estadounidenses han descubierto cómo generar electricidad a partir de los tomates que son descartados por daños en la cosecha de cada año. Usan una célula electroquímica microbiana que "emplea bacterias para romper y oxidar el material orgánico de los tomates defectuosos", aclara Namita Shrestha, de la Escuela de Minas y Tecnología de Dakota del Sur. La oxidación libera electrones que son capturados por una pila de combustible y convertidos en fuente de energía. Con una ventaja añadida: que el pigmento licopeno que contiene el tomate favorece la generación de cargas eléctricas. Eso podría explicar por qué, si bien normalmente funciona mejor usar químicos puros que desechos, en este caso los tomates son igual de efectivos que las sustancias puras. De momento se ha conseguido generar 0,3 vatios de electricidad a partir de 10 miligramos de tomate. Y todo apunta a que cuando la investigación avance y se construyan dispositivos a gran escala, el rendimiento será mayor. En concreto, Shrestha, que ha colaborado en esta investigación con científicos de la Unviersidad de Princenton y de la Universidad de la Costa del Golfo de Florida, pronostica que los desechos de tomate de Florida proporcionarían electricidad a todo el parque de ocio de Disney World durante 90 días.

Lo interesante es que con esta nueva fuente de energía eléctrica se matan dos pájaros de un tiro. Cada año en Florida se generan 396.000 de toneladas de desechos de tomate que producen grandes cantidades de metano -un gas de fuerte efecto invernadero- cuando se dejan en los campos  y crean también serios problemas si terminan en el agua.