Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Movilidad sostenible y eficiente para todos

La movilidad de la ciudad sostenible del futuro se integrará con la energía, el urbanismo y el medio ambiente. La información sobre el funcionamiento de la ciudad recopilada por la tecnología hará posible modelar y planificar las medidas para conseguir menos contaminación, entornos más saludables y un tráfico fluido y eficiente con coexistencia de medios de transporte.

Energía, urbanismo y medio ambiente, integradas en la movilidad de la ciudad sostenible del futuro
Energía, urbanismo y medio ambiente, integradas en la movilidad de la ciudad sostenible del futuro

En 1990, el planeta tenía diez megaurbes de más de 10 millones de habitantes. Hoy ya son 28, y en el 2030, más de 40 habrán alcanzando esa dimensión. Si se mantiene el modelo actual de ciudad, este aumento de la población traerá consigo importantes problemas de movilidad, calidad ambiental y abastecimiento de energía y recursos. Problemas futuros que han de afrontarse con nuevas formas de planeamiento urbanístico, con el fin de diseñar ciudades sostenibles para el uso y disfrute de las personas.

Los Planes de Movilidad Urbana Sostenible serán una parte del Plan Estratégico Urbano, en el que se integrarán con otras áreas como la energía, el urbanismo o el medio ambiente. Estarán basados en el uso de la tecnología para recopilar información sobre el funcionamiento de la ciudad, y poder luego modelar y planificar las medidas de mejora. Estos planes pretenden responder a las necesidades de transporte y movilidad de una forma integrada, garantizando su sostenibilidad técnica, económica, ambiental y social. El objetivo final es mejorar la calidad de vida de las personas, tanto por la minimización de la contaminación como por la creación de entornos más saludables, favoreciendo un tráfico fluido y eficiente, en el que coexistan una amplia variedad de medios de transporte.

Punto por punto
Lo primero, el diseño Los planes estratégicos buscarán adaptar la infraestructura existente para sacarle el máximo partido, y allí donde sea imprescindible construir, hacerlo teniendo en cuenta su diseño, tanto a nivel barrio como de ciudad para optimizar el tráfico y los espacios. Gracias a este diseño y a una red de transporte público interconectada y variada, se reducirá el uso del vehículo privado, favoreciendo la convivencia pacífica entre transporte y peatones, mejorando la seguridad para todos. Supermanzana Un diseño que ganará relevancia será la configuración en supermanzanas. Este modelo agrupa varios bloques de viviendas y en su interior se reduce al mínimo el tráfico y los aparcamientos, dando máxima preferencia a peatones. El tráfico rodado circula por el perímetro de la supermanzana, mientras que el interior se pacifica para que puedan coexistir peatones, bicicletas y vehículos que accedan a garajes, emergencias o carga y descarga. Transporte público de todas las formas y colores En la amplia red de transporte, además de los medios tradicionales existirán otros para dar respuesta a necesidades concretas de cada ciudad: navegación fluvial, plataformas verticales y giratorias, funiculares, etc. Todos estarán conectados estratégicamente para utilizarlos de forma combinada y enlazar las áreas metropolitanas con las ciudades. También proliferarán los servicios públicos de alquiler de bicicletas, coches o motos. Compartir es vivir El creciente uso de las TIC, junto al cambio de mentalidad de la sociedad, propiciará el uso compartido de transportes. También crecerá la oferta para alquilar vehículos, tanto a empresas privadas como entre particulares. Del mismo modo se extenderán las plataformas colaborativas para contratar de forma conjunta servicios de transporte y así evitar el uso de vehículos privados. Coge la bicicleta Contarán con una red propia y en ciertos puntos convivirán con los peatones. Su despliegue traerá consigo la aparición de otras infraestructuras y servicios como aparcamientos-talleres dentro de edificios, carriles interurbanos o portabicicletas en los medios de transporte públicos. A través de una app podremos saber el estado y disponibilidad de todos estos servicios. La mejora de las baterías y su abaratamiento impulsará el despliegue de la bicicleta eléctrica, especialmente en grandes ciudades o con importantes desniveles. Transporte inteligente e interconectado El avance de las tecnologías de la información permitirá conectar entre sí a vehículos, personas y sistemas de gestión urbana. Así será posible adaptar la red de transporte a las necesidades y demandas reales de forma instantánea, por ejemplo, con líneas flexibles que podrán variar la ubicación de las paradas o el recorrido. Peatones y transporte público podrán estar conectados a los semáforos para solicitar prioridad y mejorar su seguridad. La interconexión proporcionará datos en todo momento. Así, los usuarios podremos conocer dónde hay plazas de aparcamiento libres, el estado del tráfico, etc. y calcular la ruta más eficiente. También los gestores del tráfico urbano podrán modificar los semáforos y la dirección de los carriles, incluso de forma anticipada, gracias a programas de simulación más eficaces. Vehículos eléctricos y autónomos La contaminación atmosférica y acústica de las ciudades se minimizará gracias al uso de vehículos eléctricos, modelo que se expandirá a todo tipo de transporte. Toda la ciudad se adaptará para dar soporte a la carga y funcionamiento de esta tecnología. Los vehículos autónomos se beneficiarán del nuevo diseño de las ciudades, más sencillo, y estarán conectados con señales, semáforos y otros vehículos, garantizando una movilidad más segura y respetuosa con el medio ambiente. Total accesibilidad La accesibilidad universal estará presente en todos los aspectos de la movilidad. Medidas como la pacificación de las calles, creando plataformas únicas en las que convivan peatones y vehículos, permitirán eliminar barreras arquitectónicas y facilitar el acceso al transporte. Para salvar distancias mayores o desniveles habrá ascensores, pasarelas o escaleras mecánicas. Caminos saludables Aumentará el número de calles peatonales creando corredores que atravesarán la ciudad y en donde los peatones tendrán preferencia. Habrá caminos escolares que canalizarán a los niños hacia el colegio, evitando la saturación de vehículos en sus entradas. Aparcamientos estratégicos Para minimizar el tráfico rodado en el interior de las ciudades se instalarán aparcamientos disuasorios en los nodos de conexión entre medios de transporte. Así, las ciudades de alrededor o incluso los turistas podrán aparcar allí para acceder posteriormente al centro en transporte público o en sus propias bicicletas, que podrán dejar aparcadas durante la noche en estos aparcamientos vigilados. Iluminación inteligente La iluminación de las vías públicas contará con sistemas más eficientes e inteligentes. Se programarán en función de las condiciones de luz y se adaptarán de forma automática en función del tráfico de vehículos y personas. Esto también afectará a señales luminosas, pasos de peatones y semáforos, que incluso se podrán llegar a coordinar con los vehículos y su velocidad. Flotas urbanas El Plan Estratégico coordinará las flotas de transporte público, reparto, servicios de limpieza y recogida de basura. Así se podrán optimizar sus recorridos, zonas de carga y descarga y horarios, para poder crear sinergias. Estos planes también tendrán en cuenta la llegada masiva de turistas. Movilidad aérea A pesar de su compleja regulación y funcionamiento, este tipo de movilidad tendrá también cabida, especialmente con el desarrollo de aeronaves más ligeras y drones, que además de permitir el transporte de viajeros, serán especialmente interesantes para el transporte y reparto de mercancías.Con la colaboración del Centro de Investigación de Recursos Energéticos (Circe)
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