Un aeropuerto o, mejor dicho, una plataforma aeroportuaria como es la de Teruel parece el domicilio idóneo para una empresa de prestación de servicios con drones. Pero, hasta ahora, ninguna había hallado este alojamiento de lujo. Delsat International Group se instala desde hoy en el aeropuerto turolense, para su director, Daniel Yuste, su hábitat natural.

Aunque la legislación para vuelos de drones sigue siendo sumamente restrictiva, un pequeño cambio normativo ha podido impulsar a la empresa de Yuste hasta su nueva ubicación: la vía libre hacia la fumigación selectiva con drones, para el control de plagas en agricultura de precisión. Es una de las áreas de trabajo que quiere cubrir Delsat en Teruel, por la gran extensión agrícola de la provincia, junto a los servicios para el sector industrial y audiovisuales en general.

"Teledetección de plagas y fumigación en zonas muy concretas" es lo que harán para la agricultura los drones de Delsat, además de buscar aguas subterráneas, revisar la horizontalidad del suelo en los cultivos, detectar aspersores estropeados, medir radiaciones sobre las plantas... Dependiendo de la finalidad, los drones portan sensores de distinto tipo o cámara multiespectral, que capta imágenes con diferentes capas de información, o termográfica, para medir temperaturas.

"Las imágenes requieren el análisis posterior de un ingeniero agrónomo y, en unos meses, tendremos uno en la empresa", anuncia Yuste.

Ver más allá

Los posibles servicios que pueden prestar sus drones son incontables. Y Delsat tiene varios en proyecto: "un estudio de los pólenes que contribuya a paliar las alergias", previsto para la primavera de 2018; "un análisis de las arcillas" del suelo turolense; "un apoyo a la minería localizando materiales sustraíbles"; "análisis de pérdida de calor en polígonos industriales de cara a la eficiencia energética"...

Dependiendo nuevamente de la finalidad, vuelan drones grandes o pequeños y con diferente número de hélices, incluso de motores. "Los exacópteros se emplean para trabajos industriales, porque van más lentos y la toma de imágenes se realiza con mayor precisión -explica Yuste-. Con más hélices (pueden tener hasta veinte), más fuerza tienen; y pueden además quedarse parados en el vuelo".

Sin embargo, los multirrotores, que son drones de solo cuatro hélices, son tan rápidos que recorren cien kilómetros a la hora.

Otro proyecto sobre la mesa de Delsat: la "revisión de paneles solares; con un dron se ven mejor las celdas y se detecta antes si una está estropeada"; un análisis de todo el panel que puede hacerse en diez minutos, que es lo que tarda la aeronave no tripulada en recorrer una hectárea.

Hablando de posibilidades y de los permisos puntuales que concede a los vuelos de drones el Ejército del Aire, Daniel Yuste dice: "Esto es hoy... Mañana ya veremos. Pero se terminarán abriendo otras vías de aplicación, eso sí, con todas las medidas de seguridad pertinentes". Ya instalada en la plataforma aeroportuaria de Teruel, Delsat mantiene también su sede en el Centro de Arte y Tecnología Etopia de Zaragoza.