Tercer Milenio
En colaboración con ITA
Las notas adhesivas que no querían despegarse de su inventor
Fry y Spencer, empleados de 3M, desarrollaron las notas adhesivas Post-it como proyecto de I+D+i propio, buscando aplicación a un pésimo pegamento.
Supón que tu empresa te encarga desarrollar un pegamento muy potente y, en vez de eso, lo que consigues es una sustancia pegajosa a la que apenas se puede llamar pegamento. Eso es precisamente lo que le pasó a Spencer Silver en 1968. La mayoría hubiera tirado o abandonado el descubrimiento. Pero Silver, en vez de eso, pasó años buscando alguna aplicación para el mismo. La historia se cuenta en todos los cursos de innovación: cómo 3M inventó los post-its, las notas adhesivas que forman parte de prácticamente todas las oficinas del mundo.
Una cuestión de fe en las ideas
Durante cinco largos años Silver buscó sin éxito algún uso para la sustancia pegajosa que había descubierto. En 1973 le propuso a su nuevo jefe la idea de impregnar superficies con ella para, por ejemplo, reemplazar los tablones de anuncios de corcho por otros que no precisaran chinchetas. La idea no cuajó.
Un año más tarde, otro empleado de 3M, Art Fry, asistió a una charla de Silver en la que exponía su descubrimiento e incapacidad de encontrar una aplicación al mismo. Fry cantaba en el coro de su parroquia y usaba pequeños trozos de papel como marcapáginas en su libro de himnos. Le desesperaba la facilidad con que se caían y perdía esos papeles, y pensó que el descubrimiento de Spencer podía resolver el problema.
La innovación en 3M
3M es conocida como una de las compañías más innovadoras del mundo. Fundada en 1902 como una compañía minera de Minessota (de ahí su nombre, Minnesota Mining and Manufacturing), pronto empezó a despuntar y a diversificar sus productos. De hecho, ha lanzado al mercado algunos tan conocidos como el papel de lija impermeable (1921) o la cinta adhesiva Scotch (1930). En los años setenta y ochenta crearon la cinta magnética para grabación de sonido y, posteriormente, la cinta de vídeo, el fax térmico, las populares esponjas Scotch-Brite y una infinidad de productos más (unos 55.000 en total).
¿Cómo pudieron Fry y Spencer desarrollar la idea? Algunas empresas tienen entre sus políticas permitir que sus empleados trabajen en proyectos de I+D+i propios durante un determinado tiempo, sin las ataduras ni la burocracia propia de la línea oficial de I+D+i. 3M es una de ellas. Los empleados pueden dedicar el 15% de su tiempo a proyectos propios innovadores. Se quiere con ello que los empleados trabajen en lo que realmente les motiva, buscando una tasa de éxito mayor que aquellos proyectos que son impuestos. Y a esa política se acogieron Fry y Spencer para desarrollar la idea.
Por qué son amarillos
Fry sugirió que el adhesivo debería estar en el papel, no en la superficie a la que iba a ser fijado. Eso tenía un problema adicional: el adhesivo no debía dejar rastro en las superficies a las que era adherido. Otros dos científicos, Roger Merrill y Henry Courtney, se unieron al proyecto para desarrollar un revestimiento, una capa que permitiría al papel de las notas no perder el adhesivo. Para las pruebas, cogieron papel amarillo que había en el laboratorio junto al suyo. Así que el popular color de las notas adhesivas se debe a este hecho fortuito.
Las notas adhesivas tuvieron mucho éxito dentro de la propia compañía, por lo que en 1977 se decidió que podían ser comercializadas con el nombre de Pressn Peel (algo así como Presiona y Pela). Sin embargo, en vez de lanzar directamente el producto al mercado, era necesario hacer una campaña de prueba. Fabricar las nuevas notas requería fuertes inversiones en las fábricas de 3M, y la dirección quería evidencias del éxito del producto antes de dicha inversión.
Sin embargo, los tests fueron un fracaso y no mostraron un mercado suficiente como para comercializar los post-its. Lejos de desanimarse y fieles a su idea, Fry y otros pensaron que la campaña de prueba no se había planteado correctamente, y que lo que había que hacer era distribuir notas adhesivas gratuitas para medir realmente el interés por el uso que hiciera la gente.
En 1978 se hizo una segunda prueba de márquetin, en los términos anteriores, que resultó ser un éxito. Finalmente, 3M comercializó las famosas notas adhesivas en 1980. El resto, es historia conocida.