Tercer Milenio

En colaboración con ITA

El parto del primer móvil con cámara

Kahn conectó su Motorola con una cámara digital y, con un par de programas que había desarrollado, envió directamente por correo electrónico la foto de su hija recién nacida.

Este bebé es Sophie Kahn, protagonista de la primera foto tomada con un móvil y compartida instantáneamente por internet, una tecnología que nació a la vez que ella: el 11 de junio de 1997, y con el mismo padre: Philippe Kahn.
Este bebé es Sophie Kahn, protagonista de la primera foto tomada con un móvil y compartida instantáneamente por internet, una tecnología que nació a la vez que ella: el 11 de junio de 1997, y con el mismo padre: Philippe Kahn.
MotionX

Imagina que estás en 1997 y vas a ser padre. Estás en el hospital con tu mujer, esperando que aumenten las contracciones y llegue el momento tan esperado. Nervioso, te pones algo pesado: "¡Respira hondo!", "¿cómo vas?", "¿te duele?"… Tu mujer, un poco ya cansada de todo esto, te dice que "te des una vuelta por ahí". ¿Qué haces? ¿Te vas a tomar algo al bar? ¿Inventas el primer teléfono móvil con cámara para enviar instantáneamente a tu familia y amigos la foto de Sophie, la hija que está a punto de nacer?

Philippe Khan optó por lo segundo. Y lo consiguió.


Philippe Kahn es posiblemente uno de los mayores innovadores de Sillicon Valley. Irónicamente, el inicio de su éxito se lo debe al controvertido magnate Sheldon Adelson (¡sí, el mismo que intentó traer un proyecto faraónico de casinos a Aragón, allá por el año 2007!) Su historia es fascinante.Creador de Turbo Pascal

Kahn nació en Francia en el seno de una familia trabajadora. Su madre fue una superviviente de Auschwitz y su padre tenía un negocio de fabricación de muebles. Apasionado de las matemáticas y la música, obtuvo sendos másteres en dichas disciplinas.


A principios de los ochenta decidió marcharse a los Estados Unidos con un visado de turista (sin permiso para poder trabajar). Los inicios fueron duros, pero supo ver su oportunidad. Estando en una tienda de ordenadores observó una gran demanda de cables de impresora. Por entonces, la tecnología inalámbrica no estaba desarrollada y todo se conectaba con cables que, para colmo, no estaban estandarizados. Philippe llegó a un acuerdo con el dueño de la tienda para proporcionarle los cables que luego este vendía. El negocio fue tan bien que pronto tuvo que contratar y enseñar a gente para que le ayudara.


En 1983 fundó su propia empresa, la emblemática Borland, con su producto estrella, Turbo Pascal: el primer entorno integrado para desarrollar programas de ordenador (y con el que muchos hicimos nuestros primeros pinitos en la programación).


Turbo Pascal era un producto enormemente innovador para la época y a un precio sensiblemente inferior a la alternativa que ofrecía Microsoft. ¿Cómo combatir al gigante tecnológico? Con imaginación, valentía y ‘gracias’ a Sheldon Adelson.


Sin apenas dinero, Kahn quiso presentar su producto en una feria tecnológica que se celebraba en Las Vegas, en un casino propiedad de Adelson. Este no solo no le concedió crédito para el stand, sino que se mofó de él diciendo que mejor acudiera a un McDonald’s. Y eso es lo que hizo Kahn. Lo insólito de la presentación atrajo a un periodista de la prestigiosa revista ‘Byte’, a quien le gustó Turbo Pascal. A partir de ahí llegó el éxito para Kahn.La sincronización inalámbrica

En 1994 fundó junto a su esposa otra empresa, Starfish Software, dedicada a la sincronización inalámbrica de dispositivos. No es de extrañar entonces que la idea de tomar una fotografía y compartirla automáticamente por internet –sin necesidad de descargarla de la cámara al ordenador y de aquí al correo electrónico– ya rondara la mente de Kahn (y que su mujer no se pusiera especialmente furiosa por el invento mientras aguardaba el parto). En 1997 internet estaba también en pañales, con tan solo cuatro años de vida (se abrió al dominio público en 1993). Existían los móviles, pero con capacidad inalámbrica muy limitada. E incluso cámaras con conectividad, pero demasiado precaria.


La idea de una cámara con conexión inalámbrica pululaba por el entorno y, si bien puede ser exagerado atribuir a Kahn la paternidad del invento, sí es cierto que fue el primero en conseguir lo que él mismo bautizó como "Apunta, dispara y comparte".


En efecto, en las 18 horas frenéticas que duró el parto, Kahn se las ingenió para conseguir lo que la cultura popular considera el prototipo del primer móvil con cámara de la historia. Conectó su Motorola Star TAC con una cámara de fotos digital y desarrolló un par de programas para poder enviar la imagen directamente por correo electrónico a unos 2.000 familiares y contactos de trabajo. Entre ellos un tal Steve Jobs, del que no obtuvo respuesta. En una entrevista concedida al canal Discovery, Kahn cuenta emocionado cómo pensó que no lograría su objetivo. Pero la propia presión de querer conseguirlo, la adrenalina que derrochó en ello, lo hizo posible.


Para desarrollar esta idea, Kahn fundó en 1998 (nuevamente con su esposa) la empresa Lightsurf. Su éxito fue notable, incluyendo una plataforma para el envío de mensajes multimedia en EE. UU. Colaboró con fabricantes como Motorola para el desarrollo de móviles con cámara, con resultados más inciertos. Desde 2003 dirige otra empresa de éxito, MotionX, con un claro enfoque a otra tecnología de moda, los dispositivos ponibles (‘wearables’), y desarrollando productos para clientes como Nike. ¿Qué será lo próximo?

Lecciones aprendidas
En palabras del propio Kahn: "Mi padre fue siempre mi héroe. Él fue un ingeniero mecánico y un trabajador incansable y me enseñó que podía empezar cualquier cosa desde cero, que es lo que hice cuando me fui a los Estados Unidos". Podemos conseguir nuestros sueños trabajando duro y sabiendo aprovechar las oportunidades que nos da la vida (el negocio de cables, la presentación en McDonald’s y la historia de la foto de su hija). Y, como se suele decir, que la inspiración te pille trabajando. La idea de Kahn no fue fruto del azar, sino de haber tenido la visión de simplificar la sincronización de dispositivos desde hacía tiempo. Había estado trabajando en componentes para conseguir un ‘comunicador visual instantáneo’. La creatividad, motivación e ilusión y, por qué no decirlo, la presión por terminar a tiempo, hicieron el resto.


Aunque la idea de unir cámaras y móviles rondaba el sector, y de hecho había algún cámara con conectividad en el mercado (con muchas limitaciones), se considera a Kahn el padre (¡nunca mejor dicho!) de los móviles con cámara por simplificar el proceso y contribuir al desarrollo de los móviles posteriores. Y por la preciosa historia que hay detrás. Como seres humanos, seguimos adorando las historias.


Ángel Gavín Autor del blog ‘El Miracielos’




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