Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Reto químico. Una moleculica evocadora

Los humanos, y muchos animales, tenemos una especial sensibilidad para detectar su aroma: el olor característico a lluvia. Una habilidad que tiene mucho que ver con la supervivencia. Leed su historia, por el camino podréis averiguar cuál es esa moleculica tormentosa y cuál el denso metal del que también os habla.

Esta moleculica es la responsable del olor a lluvia
Esta moleculica es la responsable del olor a lluvia

¿A qué huele la lluvia?

Este mes ha venido cargadito de lluvia, incluso de nieve en muchas partes. Los científicos siguen con la eterna duda de los publicistas que idean las campañas de higiene íntima: ¿a qué huelen las nubes? Ni idea. Pero, ¿a que todos sabéis a qué huele la lluvia? Ese agradable olor que tiene la tierra recién mojada por sus gotas. ¿Os gusta ese olor? ¿Sabéis de dónde viene? Antes de decir: ¡de dónde va a venir, de la tierra! pensad en nosotras. La responsable –a estas alturas no debería sorprenderos– soy yo, una moleculica muy olorosa. Tanto, que con vuestra nariz podéis distinguir cinco hermanicas mías entre un billón de otras moleculicas. ¡Ríete tú de la aguja en el pajar! Y no vengo de ningún componente de la tierra ni de las piedras (ni de las nubes). Me produce una bacteria que vive en el suelo. Descompone la materia orgánica (hojas caídas, cadáveres de los insectos... ¿nunca os habéis preguntado dónde iban a parar?). Cuando esta bacteria muere, deja el suelo impregnado de mí. Y cuando llueve y se moja… todo el aire se salpica de mi olor característico.

Sobrevivir

Pero, ¿por qué me detectáis cuando hay menos moleculicas que dinero a fin de mes? ¡Es un mecanismo de supervivencia adquirido gracias a la selección natural! Imaginad que vais por un terreno árido, muertos de sed, y, de repente, detectáis en el aire mi inconfundible aroma. Vuestros cerebros interpretan rápidamente el mensaje: ¡hay agua cerca, estamos salvados! De ahí que vosotros y animales como el camello detectéis mi presencia hasta en ínfimas cantidades. Olerme es útil para la supervivencia. Algunas flores se aprovechan de esta sensibilidad y liberan moleculicas como yo al aire para atraer a los insectos que van en busca de agua, pero que acaban topándose con una flor repleta de polen esperando ser esparcido. Una buena estrategia reproductiva.

Sensible a los ácidos

Pero no todo son ventajas en esa facilidad de percibirme. A veces, por culpa de esa bacteria de la que os hablaba al principio, aparezco en las uvas y, al hacer vino con ellas, este adquiere un aroma a tierra húmeda que ya no os hace tanta ilusión. Otras veces aparezco en algún lugar de la cadena de abastecimiento de agua, dando un sabor desagradable a la misma. O en el pescado, sobre todo el que se cría en agua dulce. Pero, como hoy no paro de hablar, os voy a dar un truco por si algún día os pasa esto y –malvados– queréis deshaceros de mí: soy muy sensible a los ácidos. Así que simplemente cocinad con un poquito de vinagre o limón y lograréis que deje de daros la lata.

Una pista

¿Qué cómo me llamo? ¡Pero si eso es lo que tenéis que averiguar! Bueno, os daré una pista, que, además de oler bien, soy una moleculica generosa. Mi nombre, en griego, significa, literalmente, olor a tierra. Hay otra moleculica que también está asociada al olor a lluvia, y más concretamente al de las tormentas, cuyo nombre deriva de la misma raíz griega, aunque nada tiene que ver conmigo. A esa la conocéis más por un agujero que se ha hecho tristemente célebre. Puestos a dar pistas, existe un metal muy muy denso cuyo nombre proviene del mismo sitio.

¿Sabes qué molécula soy?
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¿Quieres adoptarme?

Para ser una buena madre o un buen padre, tendrás que averiguar las propiedades, usos y la opinión que la gente tiene de de la moleculica en cuestión. No te preocupes si te parece difícil y una gran responsabilidad; desde el blog ‘Moléculas a reacción’, te ayudaremos y guiaremos en tu adopción.

Fernando Gomollón Bel químico y divulgador y José Ignacio García Laureiro Instituto de síntesis Química y Catálisis Homogénea

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