Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Cine y química. El otro Doctor Extraño

El Dr. Strange de la película. A la derecha, Odd Hasell, que compartió en 1969 el Nobel de Química con Derek Barton.
El Dr. Strange de la película. A la derecha, Odd Hasell, que compartió en 1969 el Nobel de Química con Derek Barton.

El Doctor Extraño de la película es Dr. Strange en la versión original, dado que ‘extraño’ se traduce en inglés como ‘strange’. Pero también -como cualquiera puede comprobar- como ‘rare’, ‘unusual’, ‘singular’, ‘faint’, ‘queer’ y… ‘odd’. Y precisamente conozco a un doctor (en química) Odd que ha hecho historia (en la ciencia).Ficción y realidad

Hay un Doctor Extraño, Doctor Odd concretamente en la historia de la ciencia.


¿Extraño? En realidad no tanto, puesto que Odd es un nombre de pila -aunque no era el de Volta ni el de Daniell- bastante común en Noruega. País de origen de este otro Doctor Extraño. O mejor dicho, del doctor Odd Hasell (1897-1981), quien en 1969 fue distinguido con el premio Nobel de Química -compartido con el británico Derek Barton- atendiendo «a sus contribuciones en el desarrollo del concepto de conformación y su aplicación en la química».


En esencia, el gran logro de Hassel fue demostrar, a caballo entre los años treinta y cuarenta del siglo pasado, que el ciclohexano, y sus derivados -esto es, compuestos cíclicos formados por 6 átomos de carbono conectados entre sí por enlaces simples-, no era una estructura plana como se pensaba hasta ese momento. Sin duda, por el hecho de que el benceno, su mucho más rígido pariente, sí lo es en virtud de la naturaleza múltiple de sus enlaces.


Por el contrario, el ciclohexano presentaba una disposición tridimensional en el espacio. Más aún, presentaba dos distribuciones favoritas que Hassel denominó conformaciones: una ligeramente más energética y la otra más estable. Y no solo eso, sino que podía pasar de una a otra en función de las condiciones del medio y los compuestos presentes en el mismo.


Por verlo de un modo sencillo: imaginemos una corista ensayando su actuación. La bailarina puede optar por disponerse con los dos pies en el suelo, la conformación más estable, o bien a la pata coja con la otra pierna levantada, conformación más energética, pero que sin embargo prefiere adoptar cuando se integra dentro del coro y todas sus compañeras adoptan la misma postura, apoyándose unas en el hombro de las otras.


De igual manera, un huevo se encuentra más estable dispuesto a lo largo, pero sin embargo adopta una conformación vertical para disponerse en la huevera.


Posteriormente, Odd Hassel y otros constataron que el del ciclohexano y sus derivados no era un caso excepcional, sino que prácticamente todas las moléculas, ya sean cíclicas o lineales, presentan una disposición o distribución tridimensional en el espacio. Y más importante aún, que la conformación espacial adoptada por un compuesto determina en gran medida no solo su reactividad, sino también su funcionalidad. Lo cual es muy relevante en el caso de la familia de los ciclohexanos y otros compuestos cíclicos, ya que muchas biomoléculas y agentes farmacéuticos contienen anillos de esta naturaleza en su estructura.


Este descubrimiento supuso el tránsito definitivo de una química y unos compuestos bidimensionales a una química tridimensional. Y con ello la introducción del análisis conformacional como herramienta fundamental para entender y estudiar la reactividad y comportamiento de las distintas moléculas.


Por otro lado, si esta reflexión, en lugar de ser un ‘Cruce de caminos’ fuese un ‘Incrocio’ (per parlare italiano), entonces el Dr. Strange pasaría a ser el Dottor Strano y encontraría su alter ego en la persona del Dr. Michael S. Strano, jefe del departamento de Ingeniería Química del MIT.

Y esto es solo el comienzo. No me cabe duda de que hay un puñado de otros ‘doctores Extraño’ pululando por esta nuestra dimensión. Y no hace falta recurrir a las artes místicas para encontrarlos. Basta con un traductor multilingüe ‘online’, algo de tiempo y ganas de indagar.

Un neurocirujano de película
Ya antes de convertirse en el Extraño superhéroe protagonista de la película homónima, Sthepen Vincent Strange era doctor. Concretamente, neurocirujano. Atendiendo a la biografía de este personaje, en los años cincuenta fue residente del New York Hospital, centro que gozaba de una larga tradición en ese campo, ya que fue donde se efectuó la primera intervención de un tumor cerebral en EE. UU., en 1887. En 1963, el mismo Dr. Strange sufría una lesión en el sistema nervioso, como las que diagnostica y trata la neurocirugía: un accidente dañaba los nervios de sus manos y le hacía pasar de las ciencias médicas a las ocultas.
Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión