Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Comer por la cara

La gente disfruta más, y por consiguiente también come más, cuando lo hace acompañada, que cuando come sola, pero ¿influye quién sea la compañía? ¿Lo comprobamos?

Comer delante un espejo hace que la gente que come sola ingiera mayor cantidad de alimento
Comer delante un espejo hace que la gente que come sola ingiera mayor cantidad de alimento
Nagoya University

La próxima vez que tengas que comer solo (y sin tele), por ejemplo, de túper en la oficina, o en casa si estás soltero y sin compromiso, prueba a hacerlo delante de un espejo que refleje tu imagen o de una fotografía tuya. Y luego valora si has comido más y mejor de lo habitual.

El conocido fenómeno denominado 'facilitación social del comer' (social facilitation of eating) refiere que la gente disfruta más, y por consiguiente también come más, cuando lo hace acompañada, que cuando come sola.

Vinculado a lo anterior, hace escasos meses, investigadores de la universidad japonesa de Nagoya publicaron los resultados de un estudio experimental en el que constataban que comer delante un espejo o de tu propio retrato consigue que la gente que come sola ingiera una mayor cantidad de alimento. Una investigación que se entiende en el marco de la realidad demográfica nipona, con un importante colectivo de personas mayores que viven y comen solas y en riesgo de inapetencia. Por ello, en una primera fase, el estudio se efectuó con voluntarios mayores. Pero posteriormente se extendió a voluntarios jóvenes, comprobándose que también demostraban el mismo 'estimulante' efecto.

Ni que decir tiene que puedes poner a prueba si el resultado del estudio japonés se ajusta a nuestra idiosincrasia patria. No obstante, lo que propone este Experimenten es efectuar un estudio alternativo o complementario teniendo en cuenta que no todas las personas nos resultan igualmente agradables de ver. O, hablando claro, no empatizamos con todas por igual. Por lo que es posible que comer ante el retrato de una persona con la que sí empatizas o no lo haces en absoluto refuerce o contrarreste al menos de forma parcial este efecto estimulador. Y dado que tu imagen es neutra en cuestión de relaciones sociales o emocionalmente, que en este sentido no te condiciona de ninguna forma, entonces el aumento de la ingesta atiende solo al factor 'presencia (ficticia) de compañía' y sirve como referencia.

En resumen, un experimento que pretende determinar si no solo la cantidad, sino también la calidad o naturaleza de la imagen de la persona que te acompaña a la mesa estimula o por el contrario disminuye tu apetito. Y que además te vendrá de perlas ante la inminencia de las tradicionales e inexcusables comidas navideñas para saber dónde y con quién sentarte.

Comidas-experimento

Planea una serie de comidas-experimento en soledad acompañado, en cada caso, de la fotografía de:

Tu abuela Tus suegros Tu cuñado Tu jefe o superior directo Tus compañeros de trabajoValora el grado de satisfacción y cantidad ingerida en cada uno de los casos. Y a continuación puntúa de 1-5 (siendo 1 el mínimo y el 5 el máximo) cada uno de las siguientes cuestiones:

Te sientes apreciado/rechazado por tu familia política Tu relación con tu familia política es ocasional/habitual Aprecias/aborreces a tu familia política Te sientes suficientemente valorado en tu trabajo Ambicionas un ascenso en tu empresa Deseas cambiar de aires Tu relación con tu superior es buena/mala Tu relación con tus compañeros es buena/mala Nadie hace las croquetas y los canelones como tu abuela Tu abuela siempre te dice que estás muy flacucho y te cocina tus platos preferidos para engordarteConclusiones:

Los resultados y comentarios que aportéis servirán para establecer los citados efectos y testar las siguientes hipótesis de trabajo:

Las personas más competitivas, seguras de sí mismas y que aspiran a medrar profesionalmente comen más (aunque no disfruten más) en presencia de la foto de su jefe como forma de 'demostrar' y posicionarse. Las personas más vulnerables y/o que se sienten coaccionadas o intimidadas por sus superiores comen menos en presencia de la foto de aquellos y más con sus iguales siempre que la relación sea buena. Las personas que tienen una relación cordial y se sienten cómodos con su familia política comen y disfrutan más. Los que se sienten minusvalorado, ignorados o rechazados por su familia política comen menos. Los 'noveles' en este tipo de comidas familiares comen más (aunque no lo disfrutan) para ganarse la aprobación. Comer ante la foto de tu abuela si tu abuela es como Dios manda siempre suma tanto en calidad como en goce organoléptico.

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