Reconocimiento a un «impulsor y protector de las hermandades»

El cardenal Carlos Amigo, arzobispo emérito de Sevilla, recibió el premio Tercerol de la Asociación para el Estudio de la Semana Santa

Entrega del premio en San Cayetano a Tercerol
Reconocimiento a un «impulsor y protector de las hermandades»

«Más allá de las imágenes, las procesiones, los incensarios... La Semana Santa es un fiesta coral. Es una gran orquesta en la que nada puede desafinar y donde la música se articula con la fe, la familia y el pueblo».


Son palabras del cardenal Carlos Amigo, arzobispo emérito de Sevilla, que recogió en la iglesia de Santa Isabel el premio Tercerol que anualmente entrega la Asociación para el Estudio de la Semana Santa. Ricardo Navarro, presidente de la asociación, apuntó que el premio se concedió por unanimidad y destacó la labor desarrollada por Amigo como impulsor y protector de las hermandades.


No obstante, dejó que fuera el cofrade sevillano Juan José Morillas quien pronunciara la glosa del galardonado, del que recordó que lo nombró cardenal «el papa santo Juan Pablo II» y también destacó su especial sintonía con el papa Francisco, sobre todo, en lo referente a la atención a los más necesitados.


Además, se elogió el trabajo de Amigo en «la mejora de las relaciones interculturales» (no en vano fue arzobispo de Tánger en los años 70) y también su «constante preocupación por la obra social de las hermandades en la fructífera etapa (entre 1982 y 2009) en la que fue arzobispo de Sevilla». Morillas agradeció en nombre de miles cofrades hispalenses y, también, zaragozanos que el cardenal siempre haya sido «solícito y accesible para todo aquel que requería de su enseñanza» y tan sinceras sonaron sus palabras, que Amigo llegó a bromear diciendo que lo quería de testigo si en algún momento se iniciaba su proceso de canonización.


La consejera Dolores Serrat recordó la vinculación de Amigo con la Semana Santa zaragozana (de la que fue pregonero en 2012) y también rememoró que el arzobispo emérito fue el promotor del primer encuentro internacional de hermandades y religiosidad popular, en 1999, que se celebró en una veintena de ciudades y en el que participaron más de dos mil congresistas.


Amigo -en cuyo discurso de agradecimiento hizo suyos versos de Machado y del cancionero popular andaluz- explicó a los asistentes que «vivir el misterio de la Pasión de Cristo no es sufrimiento, sino luz y camino» y felicitó a la Asociación para el Estudio de la Semana Santa por «contribuir a que se dé a conocer algo tan grande».


Momentos antes de que el cardenal recogiera la estatuilla (obra del ceramista muelense Alberto Andrés), Jorge Gracia Pastor presentó el número 17 de la revista ‘Tercerol. Cuadernos de investigación’, que cuenta con la colaboración de autores como Alfonso García de Paso, Antonio Olmo o Carlos Pardos Solanas.