Durante años, el cerebro ha resultado todo un misterio. Este órgano ha sido el protagonista de todo un manual de falsas creencias, como que solo utilizamos el 10% o que permanece inactivo durante el sueño. Sin embargo, la ciencia avanza y, por ello, cada vez se descubren aspectos más sorprendentes sobre nuestro órgano pensante.

Los factores dietéticos afectan a la salud mental

El ser humano tarda, aproximadamente, 30 años en finalizar el proceso de maduración de este órgano. Durante este desarrollo, los hábitos dietéticos pueden afectar a su salud. Alimentos como el ajo, el trigo o la remolacha son una gran fuente de nutrientes para el cerebro. Asimismo, el café y el té, en su justa medida, transforman sus capacidades.

El poder de las neuronas espejo

Estas curiosas células son las encargadas de permitir al ser humano ser sociable. Son las responsables de que se emocione ante una película romántica, casi sienta el dolor de alguien que se golpea o se padezca el sufrimiento de otras personas. En definitiva, esta zona permite que empaticemos e imitemos, algo fundamental durante las etapas del desarrollo. Las neuronas espejo fueron descubiertas por un grupo de investigadores de la Universidad de Parma a finales de los ochenta, cuando al realizar unos experimentos con monos se dieron cuenta de que partes de la cabeza de estos primates se activaban al ver a un individuo realizar una acción. En estudios posteriores, descubrieron que este proceso se repetía en los humanos.

El cerebro también descansa cuando duermes

Se trata de algo fundamental para su buen funcionamiento. Durante el descanso, algunas conexiones neuronales fuertes (sinapsis) se hacen más débiles. Con esto, se evita que estas células entren en una fase de hiperactividad, produciendo convulsiones o ataques epilépticos. Asimismo, en esta fase conocida como ‘Homeostasis sináptica’ el cerebro se equilibra, haciendo que se reduzca el impacto emocional de las experiencias, además de eliminar de la memoria los detalles que no son esenciales.

Funciona peor con luz tenue

Las largas noches de estudio, en las que se intenta ‘salvar’ un examen, provocan el ‘atontamiento’ del cerebro. Bajo estas condiciones, las neuronas establecen unas conexiones más débiles, por lo que se memoriza peor. Con el tiempo, el hipocampo -el área del cerebro encargado de la memoria a largo plazo- pierde un 30% de su capacidad. La buena noticia es que esta se recupera por completo tras cuatro semanas de exposición a condiciones lumínicas normales.

Los hombres y las mujeres no envejecen igual

Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia(UPV), la Universidad de Valencia (UV) y el Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia (CNRS) parece que a partir de los 80 años, el cerebro de los hombres envejece peor que el de las mujeres.

Las neuronas se regeneran

Era de dominio público: nacemos con un número de neuronas que a lo largo de nuestra vida se van degradando hasta que mueren. Sin embargo, recientemente, se ha demostrado que la generación de neuronas también se produce en edades adultas. El cerebro es capaz de crear nuevas neuronas que se unen a las que hay de nacimiento. Sin embargo, esta generación neuronal puede no producirse en casos de un daño cerebral grave. Todavía no se sabe con qué frecuencia se produce dicho proceso, sin embargo, según un estudio de la Universidad Princeton este podría tener lugar continuamente.

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