El 'Barómetro juvenil de vida y salud', realizado por la oenegé FAD y la fundación Mutua Madrileña, reveló, el pasado 23 de mayo, que el 30% de los jóvenes de entre 15 y 29 años sostiene que, en el último año, ha sufrido algún tipo de problema de salud mental y, por los síntomas que describen, uno de cada cinco jóvenes padece un cuadro de depresión.

Hace unos años, en 2015, la frase 'Somos demasiado jóvenes para estar tan tristes' saltó de una ilustración de Sara Herranz a las redes sociales para convertirse en viral, debido al gran número de usuarios que se sintieron identificados con ella.

Esta afirmación recogía el desencanto de una generación, la millennial, con la realidad que les ha tocado vivir. Un desasosiego alimentado por la frustración y las falsas promesas divulgadas, sobre todo, por la publicidad: 'si quieres, puedes', 'el camino al éxito es la actitud'... Además, la falta de expectativas laborales a la hora de iniciar la vida profesional y la precariedad de los puestos de trabajo reservados para este colectivo sumaban factores para desarrollar estas afecciones.

El estudio también señalaba que de los jóvenes que notaron síntomas de trastorno mental solo la mitad solicitó algún tipo de asistencia. Aquellos que lo hicieron acudieron mayoritariamente al psicólogo (29%), al médico de cabecera (20,4%) o al psiquiatra (13,6%). Entre los síntomas más repetidos se encuentran el cansancio y falta de energía (29%), los problemas de sueño, los desórdenes alimenticios o el sentimiento de fracaso (19,3%), entre otros.

Con el fin de poder detectar rápida y eficazmente la depresión, los doctores Robert L. Spitzer, Janet B.W. Williams, Kurt Kroenke, y sus colaboradores, elaboraron un test basado en 9 preguntas ('Patient Health Questionnaire -9'). Para conocer el resultado, el paciente debe responder con sinceridad con qué frecuencia le ha molestado alguno de los siguientes problemas durante las últimas dos semanas.

Las opciones y puntuaciones a todas las preguntas son: nunca (0), varios días (1), más de la mitad de los días (2) y casi cada día (3).

Poco interés o alegría por hacer cosas. Sensación de estar decaído/a, deprimido/a o desesperanzado/a. Problemas para quedarse dormido/a, para seguir durmiendo o dormir demasiado. Sensación de cansancio o de tener poca energía. Poco apetito o comer demasiado. Sentirse mal consigo mismo/a; sentir que es un/a fracasado/a o que ha decepcionado a su familia o a sí mismo/a. Problemas para concentrarse en algo, como leer el periódico o ver la televisión. Moverse o hablar tan despacio que los demás pueden haberlo notado. O lo contrario: estar tan inquieto/a o agitado/a que se ha estado moviendo de un lado a otro más de lo habitual. Pensamientos de que estaría mejor muerto/a o de querer hacerse daño de algún modo.El número de puntos obtenidos determina la gravedad de la depresión: ninguna (0-4), leve (5-9), moderada (10-14), moderadamente grave (14-19) y grave (20-27). 

El cuestionario termina con una pregunta complementaria: ¿hasta qué punto estos problemas le han creado dificultades para hacer su trabajo, ocuparse de la casa o relacionarse con los demás? Sus posibles respuestas son: ninguna dificultad, algunas dificultades, muchas dificultades y muchísimas dificultades.

- Ir al suplemento de salud