¿Cómo debemos limpiarnos los oídos? Esa es una pregunta que solemos hacernos con frecuencia. En las tiendas, encontramos bastoncillos para realizar esta tarea, pero desde hace un tiempo los expertos han alertado de que este método de limpieza puede dañar los oídos e, incluso, llegar a afectar a la capacidad auditiva.

A pesar de estas recomendaciones, el uso de bastoncillos está muy extendido entre la población. De hecho, el 'I Estudio de hábitos de cuidado auditivo 2017', elaborado por GAES, ha detectado que un 47% de los españoles los utiliza regularmente, siendo esta rutina más común en la gente joven y las mujeres.

Este hábito puede causar daños en el pabellón auditivo: desde heridas en la piel del conducto hasta la perforación del tímpano, dando lugar a hemorragias, dolor, acúfenos, vértigo y pérdida de audición. Además, si tenemos un exceso de cerumen, el bastoncillo puede empujarlo hacia el tímpano y provocar la formación de un tapón.

¿Cómo deberíamos limpiarlos?

Por este motivo, existen alternativas viables para mantener una correcta limpieza. El doctor en Otorrinolaringología, Juan Royo, garantiza que para mantener la higiene de los oídos "basta con limpiar la entrada del conducto que sale al pabellón auditivo con el dedo al ducharnos o al lavarnos la cara”. Además, explica que el oído tiene un sistema de autolimpieza, "que actúa expulsando la suciedad hacia el exterior mediante la cera”.

Este experto atestigua, asimismo: "Más de la mitad de los pacientes que acuden a una consulta afirman utilizar bastoncillos para limpiar sus oídos”. Estos presentan diversos problemas, siendo los más comunes tapones o molestias, ambas, en muchos casos, provocados por utilizar este método.

El estudio también ha alertado de que el 89% de los españoles afirma prestar poca atención a los oídos. De hecho, solo uno de cada 10 españoles se somete periódicamente a revisión y dos de cada 10 nunca se ha hecho una, siendo tres de cada 10 en el caso de los jóvenes.

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