Tercer Milenio

En colaboración con ITA

"El amor romántico lleva a conductas sexuales de riesgo"

El investigador Alessandro Gentile dirige un estudio realizado por la Universidad de Zaragoza que da visibilidad a un fenómeno "complejo, actual y relativamente poco visible", como es el aumento de los embarazos en adolescentes.

Métodos anticonceptivos
Métodos anticonceptivos.
HA

El informe de investigación 'Relatos de madres adolescentes en la España actual', realizado por el sociólogo Alessandro Gentile y la antropóloga Ana Lucía Hernández, ambos profesores de la Facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo de la Universidad de Zaragoza, ha puesto de manifiesto esta semana, a través del testimonio de 32 mujeres, un fenómeno "complejo, actual y relativamente poco visible", como es el aumento de los embarazados en adolescentes

Así, según datos del Instituto Nacional de Estadística recogidos en este informe, Aragón, en los últimos 20 años, ha doblado su tasa de fecundidad adolescente, o lo que es lo mismo, el número de niños nacidos vivos cada 1.000 mujeres de entre 15 y 19 años residentes en la Comunidad se ha duplicado. Así, si en el año 1996 cada 1.000 jóvenes adolescentes residentes en Aragón se produjeron 3,45 nacimientos, en el año 2015 fueron 7,84 tras un pico importante en el 2008 (11,86). Para los investigadores, se trata de un incremento que choca con la sociedad actual, en la que hay un mayor acceso a los métodos anticonceptivos. "Se presupone que ha mejorado la educación sexual, que han aumentado también las interrupciones voluntarias del embarazo y, sin embargo, vemos que el fenómeno no solamente está ahí, sino que se ha mantenido a niveles superiores de hace 20 años alcanzando una proporción importante a nivel nacional", puntualiza Gentile.

Tras analizar la experiencia materna compartida por 32 jóvenes que fueron madres siendo menores de edad -14 de ellas residentes en Zaragoza-, los investigadores se atreven a afirmar que son varios los factores que están detrás de este incremento. Por un lado -comenta Gentile- los embarazos aumentan en edad adolescente porque se adelanta el debut sexual, el momento en que chicos y chicas menores de 17 años pierden su virginidad. "El sexo como reconocimiento social y experiencia subjetiva ocupa una centralidad importante en la vida de los jóvenes, y la tónica general es que estos cada vez adelantan más su primera experiencia sexual y coital", explica este investigador, que alerta al mismo tiempo de otro factor responsable de este incremento: la llamada 'trampa del amor romántico' que deriva en una excesiva confianza que traiciona a muchas jóvenes a la hora de dejarse llevar por conductas sexuales de riesgo. "Es evidente que ha crecido el acceso a los métodos anticonceptivos modernos, y eso significa que los jóvenes los conocen y los utilizan también, pero no son constantes en su uso. A lo largo del estudio hemos detectado que a menudo los utilizan de manera correcta, pero cuando la relación de pareja se vuelve estable, hay mucha más ligereza a este respecto", advierte el experto.

A su juicio, otro indicador que está detrás de este fenómeno es el crecimiento de la violencia de género entre adolescentes, que se refleja a través del aumento de casos de acoso por parte de chicos a chicas en las escuelas, el aumento del maltrato y la normalización de la violencia psicológica entre menores de edad: "el chico me controla y esa es su forma de quererme", ejemplifica.

"El amor romántico conduce a conductas sexuales de riesgo, y si a eso le sumamos que se han adelantando las relaciones sexuales, ambos factores son caldo de cultivo de un fenómeno que está ahí", subraya Gentile.

14 jóvenes de Zaragoza compartieron su experiencia

Entre las 32 jóvenes del estudio (todas ellas españolas) que fueron madres siendo menores de 20 años, 14 de ellas son residentes de Zaragoza. En la actualidad, son todas ellas mayores de edad, pero fueron madres en su adolescencia. La más joven, con 14 años; y la mas mayor se embarazó a los 18 y dio a luz a principios de sus 19. "Entre ellas tenemos perfiles heterogéneos que nos devuelven diferentes narrativas: hay madres que eligieron serlo a falta de otras oportunidades educativas y laborales; otras mantenían una relación de pareja insana, mantuvieron una relación de riesgo y el riesgo se lo quedaron ellas; y en un caso solamente, durante la entrevista, hemos llegado a detectar un episodio grave", detallan los responsables del estudio.

En la mayoría de los casos -concluyen- se trata de madres solteras que no siguen actualmente con su pareja. "Algunas incluso han llegado a denunciar -apostilla Gentile-. Y en los casos en los que no han tenido una pareja violenta encontramos que o han seguido con ella pero dependen de su familia de origen (no han construido una familia por cuenta propia), o siguen con su pareja y están tanteando una vida independiente por su cuenta", detalla este investigador, para quien lo importante de la heterogeneidad de esta muestra es rescatar diferentes narrativas y ofrecer una aproximación cualitativa al análisis de la maternidad adolescente. "Hay distintas maneras de enfocar este fenómeno, que no solamente resulta de la violencia ni es únicamente propio de colectivos marginales, sino que se puede adscribir a la voluntad más o menos consciente de construir una relación de pareja estable o de ser madres", añade.

La parte positiva que se desprende de la experiencia de estas jóvenes, según su testimonio, radica no tanto en acordarse de cuando han sido madres, "que sí ha sido un acontecimiento doloroso y complicado -subraya Gentile-", sino en que han descubierto nuevos recursos, han fortalecido su carácter y, en el mejor de los casos, han completado su relación de pareja de manera feliz.

"El acontecimiento en sí ha sido un elemento perturbador de su día a día, sus relaciones con los demás, su trayectoria educativa y su perspectiva futura. Contaban que se les caía el mundo encima, pero lo bueno que han rescatado de estas entrevistas es que todas ellas han sabido salir adelante", sentencia Gentile, quien echa en falta no obstante más recursos profesionales y estructurales para atender a estas jóvenes y la presencia de centros que tengan una exclusiva dedicación a este fenómeno adolescente.

"La Organización Mundial de la Salud recomienda que al menos por cada 100.000 jóvenes menores de 29 años haya un centro de atención en salud sexual y reproductiva. Sin embargo, en la actualidad, los centros y los programas de consulta joven en atención primaria en España no cumplen esta ratio. En Aragón, por las entrevistas realizadas, observamos que el sistema sanitario es muy eficaz en algunos ámbitos, pero si hubiera que señalar un aspecto de mejora sería el impulsar un protocolo de atención explícito y exclusivo para un colectivo que tiene sus peculiaridades", concluye Gentile.

El estudio citado anteriormente ha sido patrocinado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), la Dirección General de Igualdad y Familias del Gobierno de Aragón y el Grupo de Estudio de la Sociedad del Riesgo de la Universidad de Zaragoza.

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