"¿Te has tomado la medicación?"

Un grupo de enfermeras realiza una llamada mensual a 175 enfermos de Zaragoza para comprobar si toman su tratamiento

El grupo de enfermeras que ha desarrollado el proyecto
El grupo de enfermeras que ha desarrollado el proyecto
C. I.

¿Cuántas veces nos olvidamos de tomar una medicina? Estos despistes son habituales, pero en según qué colectivos o tipo de enfermos, este error puede ser fatal. Por eso, desde hace un par de meses un grupo de enfermeros de la capital aragonesa ha puesto en marcha una investigación basada en llevar a cabo un seguimiento a 175 pacientes pertenecientes al Sector 2 de Aragón para comprobar así su adherencia a la medicación.

Consiste en realizar una llamada telefónica al mes a los elegidos, todos ellos pacientes diabéticos y con depresión, mayores de edad y elegidos al azar. "Se trata de enfermos crónicos que han de mantener tratamientos muy largos y de una evolución muy lenta. Algo que desgasta mucho y que se traduce en una dejadez en cuanto a la toma de medicinas que en este tipo de pacientes puede ser muy grave", explica Luisa Lozano, enfermera del centro de salud Las Fuentes Norte y responsable del proyecto, que forma parte de su Tesis Doctoral.

Esto es lo que se denomina adherencia al tratamiento, la cual consiste en "tomarse la medicación conforme a la dosificación prescrita por la enfermera, en las horas debidas y durante todo el tiempo que sea preciso", añade Lozano. Algo que, lamentablemente, no ocurre siempre.

Además, en la mayoría de estos casos se toma menos medicación de la que se debe. "Que el paciente tome más suele ser a causa de un error puntual, pero no es lo habitual", afirma la enfermera. "Tan solo en el Sector 2 de Aragón, el más grande de la comunidad autónoma, se calcula que podría haber en torno a 4.000 pacientes no adherentes", indica Lozano.

Precisamente esta semana se está llevando a cabo la segunda remesa de llamadas del estudio. Su funcionamiento es sencillo ya que consiste en comparar a dos grupos, por un lado el de los enfermos a los que se realiza la llamada mensual, y, por otro, el denominado ‘grupo de control’.

"Tan solo llamaremos a uno de los dos grupos, con el objetivo de comprobar si estas llamadas sirven de algo y el nivel de adherencia a la medicación de este tipo de pacientes", añade Lozano. De este modo, otro dato que pretenden descubrir es cuál es la población real con mala adherencia al tratamiento.

Y para llevar a cabo esta labor, la enfermera zaragozana fue, centro a centro, presentando su proyecto de investigación. De ahí saldría el equipo investigador que le está echando una mano con las llamadas y el control de pacientes. "En otros países, este tipo de estudios cuentan con apoyo económico y se hacen de manera oficial pero no es el caso. Es un trabajo voluntario llevado a cabo por gente que cree en el proyecto", asevera.

Dicho grupo investigador está formado por Ana Belén Artigas, del Centro de Salud de la Rebolería; Diana Cecilia Gracia, del CS de Canal Imperial, Mercedes Gómez, del Centro Muñoz y Fernández; y por Sandra Aceituno, Teresa Andaluz y Pedro Martínez, del centro de San Pablo.

Además, en caso de que se demuestre que estas llamadas sirven de refuerzo para la toma de medicación, el objetivo es proponer realizar este tipo de servicio cada vez que una receta electrónica detente un fallo en la recogida de medicación e incluirlo en las labores del personal de enfermería. "Obviamente no se trata de llamar a todo el mundo, pero sí a un paciente cuando se considere que la ausencia de ese medicamento es vital. Los enfermeros somos cuidadores y la medicación es un cuidado más", afirma.

¿Quién hay al otro lado?

Sin embargo, tras un mes con el proyecto en marcha, su coordinadora asegura que esta segunda ronda de llamadas está siendo "realmente complicada", ya que son llamadas de teléfono elegidas de forma aleatoria que han de prolongarse durante los 18 meses del estudio. "Realmente pensamos que el resultado del estudio puede ser muy interesante, ya que tratamos de demostrar que estar pendiente de la gente para que lleve bien la medicación es productivo", afirma Lozano.

Para romper un poco el hielo y acortar la distancia con quien se encuentra al otro lado del teléfono, la idea es que cada enfermero llame, mes a mes, a los mismos participantes. "Sabemos que muchos pueden dejar el estudio a mitad, están en su derecho, pero es importante pensar que es en beneficio de todas las personas que están como ellos", concluye.

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