Califican de tortura el embarazo infantil forzado

60.000 de ellas en Latinoamérica.

Presentación del balance regional del Comité para América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres.
Presentación del balance regional del Comité para América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres.
Efe

Dos millones de niñas de entre 10 y 14 años dan a luz cada año en el mundo, 60.000 de ellas en Latinoamérica, una situación "alarmante que supone una tortura",  ha denunciado este martes el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (Cladem).


Cladem ha presentado en Tegucigalpa su informe 'Niñas madres. Embarazo y maternidad infantil forzada en América Latina y el Caribe', que recopila datos sobre embarazos en menores de 14 años en 14 países de la región. El informe señala que el embarazo infantil forzoso, que consiste en obligar a dar a luz a una niña menor de 14 años que en la mayoría de los casos ha sido violada, aún no ha sido "visibilizado con la fuerza que necesita". Define el embarazo infantil forzado como la situación en que una niña de 14 años o menos "queda embarazada contra su voluntad" y es "obligada a continuar el embarazo debido a legislaciones restrictivas, presiones familiares, sociales o estatales".


Cladem enfatiza en el documento que la mayoría de los casos de embarazo infantil tienen su origen en violaciones, muchas de ellas por sus familiares, y lamenta que en muchos países, como El Salvador, Honduras, Nicaragua y República Dominicana, "son nulas" las posibilidades de interrumpir legalmente la gestación. Forzar un embarazo en una menor de 14 años debe ser considerado "una tortura, un trato cruel, inhumano y degradante" debido a que constituye una violación de sus derechos humanos, ha dicho Leila Díaz, la representante de Cladem Honduras. También ha lamentado que muchas niñas embarazadas son confinadas en instituciones de salud públicas o privadas, donde pierden el contacto con su círculo familiar y quedan aisladas. Por ello, Díaz ha instado a los Estados a despenalizar el aborto cuando la vida de la madre corre peligro, el feto padezca una alteración estructural congénita de carácter mortal y en los casos de violación o abuso sexual, con especial atención a los embarazos en niñas de 10 a 14 años.


También ha pedido incorporar la educación sexual integral en las escuelas, y en el caso específico de Honduras legalizar la venta de la píldora 'del día después' a fin de reducir el embarazo temprano. Díaz ha instado a que en América Latina se desarrollen protocolos unificados en las distintas instancias públicas orientadas a "abordar de manera específica e integral" los casos de niñas embarazadas. Díaz ha señalado que es "alarmante" las altas tasas de embarazo infantil, que causa problemas de salud y personales para la niña, debido a que sus cuerpos "no están preparados" para la gestación y el parto, por lo que "corren muchos riesgos".


El informe del Cladem hace hincapié en los riesgos que generan los embarazos para la salud de las niñas. El 40 % de las niñas embarazadas interrumpen sus estudios, lo que "limitará" sus posibilidades de salir de la pobreza, enfatiza el documento.


Cada año se producen en el mundo dos millones de partos de niñas menores de 14 años, una cifra que, de mantenerse la tendencia actual, llegará a tres millones en 2030, según datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) recopilados por Cladem. La maternidad infantil forzada exhibe "el nivel de violencia, la falta de autonomía, la discriminación y apropiación del cuerpo de las niñas" por los adultos, y muestra "la ineficacia" de las políticas estatales en la prevención de embarazos, concluye el informe de Cladem.


En Latinoamérica y el Caribe, un total de 60.690 niñas menores de 14 años dieron a luz en el año 2014, según los datos oficiales de estadísticas vitales analizados por esta ONG.

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