Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Hallan un poderoso regulador genético como factor de riesgo para la esquizofrenia

"El hallazgo debería quitar culpabilidad a los padres, ya que esta es una enfermedad hereditaria que se da en familias, y no es culpa de nadie que alguien nazca con este riesgo genético", subrayan los investigadores.

Al convertir células de la piel en neuronas cerebrales, investigadores de la Escuela Icahn de Medicina del Hospital Monte Sinaí, en Nueva York, Estados Unidos, han detectado que ciertas moléculas diminutas que ayudan en la expresión genética, conocidas como microARN (miARN), están insuficientemente expresadas en los cerebros de los 14 pacientes con esquizofrenia que estudiaron.


Sus hallazgos, publicados en la edición digital de este jueves de 'Cell Reporst' muestran que una de estas moléculas, un miARN conocido como miR-9, es un factor de riesgo que controla la actividad de cientos de genes.


Los investigadores, dirigidos por Kristen Brennand, profesora asistente de Psiquiatría en la Escuela Icahn de Medicina de Monte Sinaí, y Gang Fang, profesor asistente en el Departamento de Genética y Ciencias Genómicas de Escuela Icahn de Medicina, encontraron que miR-9 estaba significativamente poco expresado en las células de cuatro pacientes esquizofrénicos, en comparación con seis participantes de control. Los resultados fueron replicados en una muestra mayor de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos con diez pacientes esquizofrénicos al inicio en la infancia y diez controles.


"La esquizofrenia es un trastorno muy complejo que se cree que está fuertemente influenciado genéticamente, con probablemente más de mil genes que contribuyen a su desarrollo, algunos o muchos de los cuales afectarán a los pacientes individuales", dice Kristen Brennand, autora del estudio. "Cuanto mejor completemos las piezas de este rompecabezas tan difícil, más podremos pensar sobre el tratamiento y, mejor aún, la prevención", añade.


Los genes controlados por miR-9 parecen jugar un papel en el desarrollo fetal de las neuronas y en el de aquellos espacios del cerebro en donde estas se depositan con el tiempo. Si estos genes no son tan activos como deberían ser, el cerebro es probable que esté mal cableado, según sugieren los autores.


MiR-9 es solo el segundo tipo de poderoso miARN vinculado al trastorno psiquiátrico devastador, pero los investigadores creen que otros pueden estar involucrados.


El doctor Brennand también dice que en base a sus resultados, así como los de otros investigadores en el campo, muchos genes encontrados recientemente que están vinculados a la esquizofrenia tienden a ser genes que se expresan durante el desarrollo fetal, a pesar de que la esquizofrenia por lo general se convierte en un síntoma durante la edad adulta.


El hallazgo debería quitar culpabilidad a las familias

"La idea de que los niños nacen con la esquizofrenia debe quitar presión a los padres -dice esta experta-. Esta es una enfermedad hereditaria que se da en familias, y no es culpa de nadie que alguien nazca con este riesgo genético".


Como la lentitud de los progresos en la descodificación de la esquizofrenia proviene de la falta de tejido cerebral en vivo para su estudio, el equipo de investigación combinó experiencia en biología de células madre, neurobiología, genómica y biología de sistemas para promover un nuevo enfoque. Se obtuvieron muestras de piel de los pacientes, las reprogramaron en células madre pluripotentes inducidas y luego las diferenciaron en subtipos precisos de neuronas humanas.


"Esto nos ha permitido comenzar a preguntarnos cómo y por qué las neuronas derivadas de pacientes con esquizofrenia son diferentes de las derivadas de las personas que no se ven afectadas por la enfermedad", dice el doctor Brennand. "El objetivo de nuestra investigación es no solo comprender los mecanismos genéticos que contribuyen a la esquizofrenia, sino en última instancia, desarrollar una plataforma de cribado que podemos utilizar para identificar nuevas terapias para el tratamiento de este trastorno debilitante", añade.


El equipo se enfrentó a algunos problemas al comienzo del proyecto. "MiR-9 no fue el único miARN que se expresa diferencialmente en las células de pacientes con esquizofrenia en comparación con los participantes de control -dice Gang Fang, profesor adjunto en el Departamento de Genética y Ciencias Genómicas y otro autor principal del estudio-. De hecho, decenas de miRNAs alcanzaron significación estadística y querían identificar un número menor de jugadores clave".


Los investigadores resaltan que sus resultados validan los hallazgos de un estudio anterior publicado el 9 de marzo en 'Archives of General Psychiatry' en el que un cribado genético, tomando sangre de 35.000 pacientes con esquizofrenia, encontró expresión baja o mutaciones en cientos de genes que controla miR-9.


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