​Un test descartará el zika en donantes que hayan estado en zonas afectadas

Por el momento no se ha descrito ningún caso de transmisión a través de implante de tejidos o de trasplante de órganos.

Fumigación en una zona afectada por el virus del Zika.
Virus del Zika
Agencias

A los donantes de órganos o tejidos que hayan fallecido y que en los 28 días anteriores a su muerte hayan estado en alguno de los países afectados por la epidemia de zika se les realizará un análisis de sangre para descartar la presencia del virus y poder realizar el trasplante.


Así consta en un documento con las recomendaciones sobre el manejo de las donaciones de órganos, tejidos y células con sospecha de infección por virus del Zika aprobado en la última reunión de la Comisión de Trasplantes del Consejo Interterritorial del pasado 16 de marzo.


En este texto, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad recuerda que la posibilidad teórica de transmisión del virus a partir de sustancias de origen humano existe, aunque estudios de riesgo muestran que esta posibilidad es "extremadamente baja".


Destaca, asimismo, que no se ha descrito ningún caso de transmisión a través de implante de tejidos o de trasplante de órganos y que, aunque existen dos casos de posible transmisión a través de la sangre, estos no han sido aún confirmados de forma oficial.


El protocolo de actuación ante donantes con sospecha de infección por virus del Zika establece que ante cualquier donante fallecido de tejidos que haya estado en los últimos 28 días en algún país afectado por la epidemia, se deberá realizar un test de RT-PCR en sangre del virus.


En el caso de que el resultado sea negativo se podrán procesar y liberar los tejidos, mientras que si no se puede realizar este test o el resultado es positivo se deberán descartar los tejidos.


En el caso de la donación de placenta, membrana amniótica o sangre del cordón umbilical, si la donante ha sido diagnosticada de zika o ha residido o viajado a alguno de los países considerados epidémicos durante la gestación, se deberán descartar los tejidos a no ser que pueda demostrarse la ausencia del virus.


En el resto de donaciones de vivo -especialmente en el caso de la médula ósea y las células madre de la sangre periférica- se intentará retrasar la donación al menos 28 días tras el retorno del área epidémica.


Si esto no es posible, señala el documento, se deberá realizar un test del virus en sangre y, en el caso de que no se pueda realizar este test o el resultado sea positivo, se deberá descartar el donante excepto en el caso de que la donación sea de progenitores hematopoyéticos para trasplante, en cuyo caso se deberá realizar una valoración individualizada riesgo-beneficio de cada caso.


En el caso de los donantes fallecidos de órganos que hayan estado en los últimos 28 días en algún país afectado por la epidemia y que presenten sintomatología de infección, se recomienda una valoración individualizada del riesgo potencial de transmisión de la infección frente al beneficio del trasplante.


Mientras, en el caso de la donación de vivo se retrasará la donación al menos 28 días tras el retorno del área epidémica.


La enfermedad del zika está causada por un virus RNA (flavivirus) que se transmite a humanos a través de la picadura de mosquitos de la especie "Aedes", especialmente por el 'Aedes aegypti'.


Más del 80% de la infecciones son asintomáticas y cuando aparece sintomatología, ésta se caracteriza por una enfermedad febril, con una duración de 4 a 7 días y acompañada de exantemas, conjuntivitis, dolor articular y muscular o malestar general.


Actualmente, el Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III ha confirmado 58 casos de zika en España, de los que 9 son mujeres embarazadas. Todos ellos corresponden a personas que habían viajado a países afectados, por lo que se trata de casos importados. 


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