2.250 euros de ilusión contra el cáncer infantil

Más de 45 residentes de tres centros de Zaragoza entregaron este martes a Aspanoa el talón solidario con lo recaudado en el proyecto intergeneracional 'Pulseras de la ilusión'.

Residentes del centro Ballesol Puerta del Carmen y el grupo de jota Balsas Ebro Viejo, durante el acto de entrega del talón solidario a Aspanoa.
2.250 euros de ilusión contra el cáncer infantil

Más de 45 mayores residentes de tres centros de la tercera edad de Zaragoza decidieron hace unos meses poner en práctica una de sus frases más motivadoras: "Llega siempre un tiempo en el que hay que elegir entre la contemplación y la acción". Desde ese momento, y con la colaboración de trabajadores de ambos centros, los ancianos impulsaron el proyecto solidario 'Pulseras de la Ilusión' con el objetivo de ayudar a ASPANOA, la asociación de Padres de niños oncológicos de Aragón, a recaudar dinero contra el cáncer infantil.


La historia comenzó en los talleres de laborterapia y manualidades de las tres residencias de Ballesol en Zaragoza (Mariana Pineda, Puerta del Carmen y Salvador Allende), donde se confeccionaron más de 600 pulseras de colores con un significado diferente cada una. La roja simbolizaba la pasión y el amor; la verde, la esperanza y la ilusión... La misma con la que estos veteranos elaboraron las pulseras y organizaron diversos mercadillos benéficos en el mes de diciembre hasta conseguir recaudar los 2.250 euros que este martes entregó a Aspanoa, en el centro Ballesol de Puerta del Carmen, el reconocido jotero aragonés Nacho del Río. 


Al acto asistieron el gerente de Aspanoa Juan Carlos Fernández, el presidente de la asociación Miguel Casaus, y el grupo jotero de Balsas Ebro Viejo, encargado de amenizar la velada. 


El proyecto, creado y desarrollado por los propios residentes después de escuchar los testimonios, esfuerzos y sueños de todas las familias que luchan y padecen cáncer infantil, supuso para estas personas mayores un impulso de superación y participación. Junto a ellos colaboraron en el proyecto la terapeuta ocupacional Cristina Benedé, la psicóloga Sol Torres, la trabajadora social Belén Erroz y la directora de Ballesol Puerta del Carmen Sonia Martínez. Todas ellas subrayaron los beneficios que este tipo de iniciativas tienen para los propios residentes: "independientemente de las capacidades cognitivas o motrices de cada uno, el proyecto ha posibilitado el aumento de la autoestima, satisfacción y el protagonismo de su propio envejecimiento activo y saludable", afirman.


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