Consumir frutas y verduras de temporada; alimentos ricos en melatonina como, por ejemplo, alga espirulina, semillas de calabaza o frutos secos; y complejos de vitaminas del grupo B son algunas de las claves para combatir el frío, según ha asegurado el presidente de la Asociación de Profesionales y Autónomos de Terapias Naturales (APTN-COFENAT) de la Comunidad Valenciana y de la Sociedad Española de Nutrición Ortomecular, José Ramón Llorente.

"El consumo de complejos de vitaminas del grupo B, que participan en más de dos mil quinientos procesos enzimáticos conocidos, y los probióticos, que mantienen en buenas condiciones la microbiota intestinal (responsable de numerosos procesos relacionados con nuestra salud física y mental), nos ayudarán a conseguir una buena dosis de vitalidad, reducir la apatía y el desánimo, y con ello prepararnos para evitar los ya conocidos contagios catarrales que vienen en época otoñal", ha apostillado.

Asimismo, recomienda también mantener unos "buenos" hábitos de sueño, practicar deporte, beber agua fuera de las comidas, reducir el consumo de bebidas excitantes y llevar un horario de comidas más o menos habitual. Y es que, según ha comentado el presidente de APTN-COFENAT, Roberto San Antonio-Abad, el cuerpo no se adapta "tan rápidamente" a los cambios de estación, por lo que en ocasiones se producen alteraciones en el organismo.

Las principales alteraciones son del sueño, irritabilidad, astenia y desánimo, así como dolores articulares, resfriados y gripes. "Los cambios bruscos de temperatura, presión y tiempo vienen sucedidos de cambios en nuestro organismo", ha zanjado el experto.

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