Después de analizar un millón de muertes por cáncer a lo largo de 20 años, los epidemiólogos dibujan un mapa de desigualdad que no significa una condena, ya que no indican que un sujeto concreto en una de estas regiones tenga más riesgo de cáncer que un sujeto concreto en otra región.

Los puntos negros de cáncer de estómago, por ejemplo, se extienden por medio país, aunque la zona de mayor riesgo de morir por su causa es  Castilla y León, incluso se duplica en Burgos y Palencia.

Los expertos lo atribuyen al consumo de alimentos curados y ahumados y la baja ingesta de fruta y verdura fresca en zonas rurales.

Aunque fumar es el mayor factor de riesgo para el cáncer de pulmón. También inciden cancerígenos naturales como el gas radón, generado en el subsuelo. Los casos, mayoría hombres, se concentran en Extremadura, Andalucía occidental, Asturias y Cantabria. Operan factores socioeconómicos, de condiciones de vida, de exposiciones a factores de riesgo medioambiental, su peor calidad y acceso a Servicios Sanitarios.

En el caso de cáncer de mama, si en los 90 Cataluña era la zona de mayor riesgo, ahora la mortalidad se centra en Huelva, Cádiz y Sevilla.

Los epidemiólogos creen que el mapa del cáncer es la mejor oportunidad de hacer políticas contra la enfermedad.