Mitos que engordan el miedo

Cada vez vivimos más y comemos mejor: la seguridad alimentaria nunca ha sido tan efectiva. Sin embargo, falsos rumores promovidos en torno a los alimentos nos llevan a pensar en un "envenamiento tecnológico".  

En la imagen, J. M. Mulet, director del Máster de Biotecnología Molecular y Celular de Plantas del CSIC y la Universidad Politécnica de Valencia y autor de 'Comer sin miedo', editado por Destino.
Mitos que engordan el miedo

A pesar de que haya gente que asegure que lleva años sin comer o que se alimenta de la luz ?la líder del respiracionismo, Ellen Greeve, así lo afirma?, esta 'costumbre' es una necesidad básica y hasta hoy no hay evidencia científica alguna de que si uno deja de practicarla pueda sobrevivir. De otro modo, no morirían 10.000 niños al día a causa de la hambruna. Pero en los países desarrollados, en los que cada vez se tiene más y mejor acceso a la comida gracias a los avances de la tecnología, se le pide a la nutrición que salve la vida y, de paso, se alimentan los miedos con leyendas urbanas que se propagan mejor gracias a Internet.


Para desmontar, desmentir y señalar ciertos mitos y falacias, el doctor en Bioquímica y director del Máster de Biotecnología Molecular y Celular de Plantas del CSIC y de la Universidad Politécnica de Valencia, José Miguel Mulet, ha escrito 'Comer sin miedo'. Un libro en el que arremete contra dietas absurdas, muestra por qué los transgénicos y los edulcorantes son "seguros" y desmonta teorías como las que afirman que el cáncer se cura con alimentos. "Es verdad que determinada dieta puede ayudar a prevenir determinados tipos de cánceres, lo que es peligroso es llevar el razonamiento más allá de lo que dice la ciencia, como que comiendo de determinada manera te puedes curar un cáncer o evitar la quimioterapia. Esto es falso y peligroso", explica.


Tampoco sirven de nada los suplementos vitamínicos cuando se lleva una dieta equilibrada, y así lo apunta también el Libro Blanco de la Nutrición España. "A partir de cierta edad nos puede hacer falta vitamina D o hierro a las mujeres tras el periodo, pero poco más. Si la persona está sana, su dieta es correcta y no hay una prescripción médica, ya tiene todas las vitaminas y minerales necesarios. El exceso no supone ningún beneficio e, incluso, en algunos casos, puede llegar a ser problemático", afirma Mulet.


Lo ecológico "no es más sano"

A pesar de que "nunca" hemos tenido una seguridad alimentaria comparable a la de hoy en día, algo probado en parte por la cada vez mayor esperanza de vida, "hay una creciente ola de 'quimiofobia naturofílica' que pretende hacernos creer que por culpa de la industrialización nos estamos intoxicando todos", señala el experto. Uno de los grandes beneficiados por esto han sido los productos ecológicos. Como explica Mulet en 'Comer sin miedo', que un alimento esté etiquetado como ecológico solo quiere decir que se ha cumplido una normativa de producción, nada más. Mucha gente tiene asumido que en su elaboración no se utilizan pesticidas ni fertilizantes, pero no es cierto. Existe una lista de fitosanitarios autorizados que son fabricados en su mayoría por las mismas compañías que fabrican los destinados a productos convencionales. "También la mayoría de los consumidores piensa que los ecológicos van a ser mejores para la salud, el problema es que no hay ningún estudio científico que avale esto. Hay que tener en cuenta también que el consumo de ecológicos es muy minoritario, en España no llega a un 4%, sin embargo, la salud de la gente está mejorando, así que no será tan mala la comida normal, y es más barata".


Con respecto a ese rechazo de los pesticidas, Mulet no duda en afirmar que sin ellos habría más intoxicaciones y sobre todo menos comida y más cara. "La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha emitido un informe diciendo que la comida se analiza y que es segura (los restos de pesticida que llegan a ella son irrisorios). Que no hay motivo para preocuparse y que nunca ha habido un problema de seguridad alimentaria relacionado con su uso en Europa en los últimos años. A veces nos asustamos por lo que no toca". 


Una fobia similar existe contra los conservantes, algo que no se entiende, ya que es con ellos con los que se mantiene a raya enfermedades como la salmonelosis, el botulismo o la brucelosis. "Los conservantes que están autorizados son muy seguros porque, en el momento que se piensa que alguno podría no serlo, se retira. De hecho, el nivel por el cual podrías tener algún problema supondría comerte 100 o 200 kilos de comida". Algo así sucede con los transgénicos, de los que Mulet está a favor, porque para salir al mercado tienen que haber aprobado una batería de ensayos que no necesita pasar ningún otro producto. "En cualquier supermercado hay cacahuetes y hay quien se muere al comerlos porque son un potente alérgeno. Un transgénico que produjera alergia nunca superaría las pruebas y no se comercializaría".


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