¿Qué son las dietas hipocalóricas?

Se aplican en personas con sobrepeso u obesidad y han de ser equilibradas. Los expertos advierten de que deben ser indicadas y controladas por un profesional.

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AGENCIA ALMOZARA

Las dietas hipocalóricas, aquellas que fundamentan su aplicación en la restricción calórica diaria, adquieren protagonismo en los meses de verano con el comienzo de la llamada 'operación bikini'.


Sin embargo, los expertos advierten de que las dietas por debajo de 1.000 calorías diarias pueden generar trastornos importantes en el metabolismo de las personas que las llevan a cabo sin el control médico adecuado. Lo dice Javier Salvador, especialista del Departamento de Endocrinología y Metabolismo de la Clínica Universitaria de la Universidad de Navarra. A su juicio, estos trastornos se ven potenciados por la deshidratación derivada del aumento de temperatura.


Las dietas hipocalóricas deben ser indicadas por profesionales y de forma controlada. Asimismo, han de aplicarse en personas con sobrepeso u obesidad y han de ser equilibradas.


¿En qué consiste una dieta hipocalórica?

En la mayoría de ocasiones, la disminución del peso tras realizar estas dietas se debe a la pérdida de líquidos y de masa no grasa, con lo que el resultado en términos de disminución de volumen o de peso es aparentemente satisfactorio, pero poco duradero y, sobre todo, no afecta al tejido adiposo, que es el que realmente produce la obesidad.


Javier Salvador asegura que las dietas hipocalóricas severas solo pueden aplicarse con garantías "bajo control médico".


En general, el consumo de carbohidratos complejos, la moderada restricción de alimentos grasos y la realización de ejercicio físico regular constituyen medidas adecuadas para obtener una pérdida de peso sin riesgos.


Consejos para llevar una dieta hipocalórica "sana"

Para combatir la obesidad con dietas hipocalóricas debe evitarse tomar alimentos fuera de las comidas establecidas, una costumbre que incrementa la entrada de calorías de forma significativa, aunque de manera aparentemente poco perceptible.  En verano resulta más facil perder peso porque las altas temperaturas hacen que apetezcan más los alimentos ligeros e hipocalóricos, como las verduras. Sin embargo, conviene no variar drásticamente la dieta, sobre todo porque todo el peso que se pierde de esta manera se recupera rápidamente. Conviene eludir aquellos alimentos de alta densidad energética como los muy ricos en grasas y el alcohol, que proporciona alrededor de siete calorías por gramo. Se recomienda tomar alimentos ricos en fibra que dan sensación de saciedad y ayudan a mantener un correcto ritmo intestinal. Todo ello debe complementarse con la actividad física diaria, que facilitará la obtención de un balance calórico óptimo. Sin embargo, es importante recordar que el ejercicio debe llevarse a cabo de una forma progresiva y ha de adaptarse a las condiciones de cada uno, como la edad y la situación cardiocirculatoria, respiratoria o articular. 

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