Vida sana

Preparados para iniciar el curso con energía y llenos de buenos propósitos

Una actitud positiva es vital para que nuestro verdadero motor, el cerebro, retome su labor de organizador de tareas. Imprescindible pensar en nuevos proyectos y hábitos saludables, paso a paso.

Los gimnasios de Zaragoza son de los más caros
Preparados para iniciar el curso con energía y llenos de buenos propósitos
HA

Septiembre no espera a nadie y exige cambiar el chip, resetear los circuitos y empezar el nuevo curso con las pilas cargadas. Una vez vencido el aterrizaje después de las vacaciones, esta época del año se presenta como una oportunidad única para acometer nuevos proyectos, olvidarse de los excesos vacacionales, de los hábitos poco saludables y, en definitiva, encarar con brío el nuevo curso.


Los frentes son variados pero, para evitar agobios, los expertos aconsejan ir paso a paso. La 'coach' zaragozana Sara Dobarro afirma que lo esencial en este momento es entrenar al cerebro, nuestro verdadero motor, a recuperar sus ritmos organizativos, y que para ello es clave tener una actitud positiva: "Es conveniente que aprendamos a conocernos a nosotros mismos y saber lo que podemos y no podemos abordar. No interesa tanto una lista de tareas que nos presione, sino ir despacio, pero con una buena predisposición", afirma.


Esta experta, de hecho, ofrece incluso un curso de 'coaching' sobre "cómo poner tu cerebro en forma". "Todos los buenos propósitos sirven, pero lo que tenemos que tener claro siempre es que la clave reside en nuestro motor, el cerebro, que también necesita de su particular entrenamiento", señala. Desde las grandes metas hasta "salir de casa con una sonrisa, que libera endorfinas", añade Dobarro, consciente, en todo caso, de que cada persona es la mejor conocedora de sus circunstancias personales.


"Se trata de disfrutar de la vida en la medida de lo posible y no dar pie a la frustración", concluye Sara Dobarro.


Cambiar los hábitos

Los excesos alimenticios, por ejemplo, son uno de los lastres más frecuentes tras las vacaciones. Vicios adquiridos, una dieta demasiado rica en calorías y poco equilibrada, la ausencia casi total de verduras y el abuso de la comida rápida y del alcohol se encuentran en la base de muchos trastornos nutricionales que, si no se detectan y atajan a tiempo, pueden devenir en problemas de mayor complejidad. Si bien lo ideal es no abandonarse en verano, la llegada del nuevo curso parece el momento más indicado para ponerse a dieta o, cuando menos, tratar de modificar y reconducir los hábitos alimenticios.


Los nutricionistas y los médicos especialistas en endocrinología apuestan una vez más por la dieta mediterránea como mejor remedio contra el sobrepeso. Una ingesta equilibrada de alimentos y, en el caso de que sea preciso perder peso, reducir las calorías diarias son la auténtica clave para eliminar los michelines del veraneo.


En cualquier caso, no existen las fórmulas milagrosas y el tiempo tiene que jugar a nuestro favor: conviene tomárselo en serio, pero sin pensar en que los kilos desaparecerán en un mes. Se trata de una carrera de fondo.


Fin al sedentarismo

Precisamente, el deporte es otro aliado a la hora de empezar el curso en forma, en todos los sentidos. No solo se trata de tonificar el cuerpo, sino de contribuir a un mejor estado mental y, para ello, siempre es un buen remedio acudir al gimnasio e iniciar un plan con objetivos razonables a medio plazo y con seguimiento de un monitor. En todo caso, lo importante es moverse y para ello basta una buena escapada a la naturaleza o, simplemente, adquirir el saludable hábito de caminar durante, al menos, una hora y media al día como si se tratase de una prescripción médica.


Las vacaciones, precisamente, nos han podido servir para estar activos y evitar el tan temido sedentarismo asociado a muchos puestos de trabajo. O, por el contrario, podrían haber contribuido a acostumbrar al cuerpo a ser más perezoso. Sea como fuere, los especialistas en atención primaria insisten en la importancia de llevar a cabo una vida activa, realizar ejercicio de forma cotidiana a cualquier edad y, siempre que la salud nos lo permita, desde correr por el parque hasta tener la costumbre de acudir andando a los sitios o, simplemente, subir por las escaleras en lugar de coger el ascensor.


Finalmente, ¿por qué no recurrir, también, a un tratamiento preventivo para evitar dolencias? Evitar malas posturas y acudir a un especialista para recibir un masaje nos puede ayudar a ver las cosas de otra forma.



Haga clic para volver al suplemento de salud.