La ranita

XII Concurso de relato breve de Heraldo
XII Concurso de relato breve de Heraldo

Qué bonito es perderte por la ciudad y descubrir personas, historias. En una ocasión, mientras disfrutaba de un agradable paseo por la ribera del Ebro, descubrí a una muchacha en el puente de Ranillas. No hacía falta ser muy inteligente para adivinar que esperaba a alguien importante para ella.

Mientras su mirada se perdía entre las aguas del río, acariciaba insistentemente una de las ranitas del puente. Su mano nerviosa pasaba una y otra vez por el lomo de aquel animalito de metal. Él llegó puntual y la besó con delicadeza. Cogidos de la mano, se fueron paseando y ya los perdí de vista.

Después de siete años, me los encontré por una de las calles más concurridas de la capital. Había pasado mucho tiempo, pero los recordaba perfectamente. Sus manos seguían unidas, empujando un carrito de bebé. El carrito llevaba atada, a un lado, una virgen del Pilar, al otro, una ranita. Me emocioné al verlos, al sentir que hay historias de amor sencillas, pero eternas en el tiempo.

Lea todos los relatos que participan en el concurso.

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