Olor a calabaza

La mañana envuelta en neblina acompaña mis pasos que me acercan al sol. Saludo a la Chón de camino a la calle de la Tripería, y como siempre me dice: con lo bien que escribe¿ por qué no presenta un poemario al premio de poesía de los bilbilitanos?

La Chón es un portento de mujer, comenzó trabajando de costurera en los hermanos Corazonistas del Paseo de la Mina, sacó a sus padres enfermos adelante y ahora regenta la librería Tragabolas, la más puesta de la ciudad con escaparate para nuevos escritores huérfanos de editoriales.

No le puedo contestar, siempre le digo que al año que viene será. Pero sé que nadie es profeta en las aguas del Jalón, si no lo fue Marcial que triunfó en Roma yo podré triunfar en Tokio o Madagascar pero no en mi pueblo.

En mi pueblo triunfo con mis sueños recorriendo calles estrechas con olor a calabaza y pan de hornero. Sujetando con la fuerza de mis brazos casas que se hunden a la sombra de las iglesias mientras tocan las campanas a incendio.

Lea todos los relatos que participan en el concurso.

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