​El hombre, la patria y el niño

En la plaza de Aragón el día de San Jorge un hombre añoso y cansado está mirando la bandera de flores sobre el suelo en la valiente Zaragoza.


Casi nadie lo ve parado firme frente a la brisa de aquel 23 de Abril.


Solo un niño admirado por el misterio advierte una lágrima fugaz surcando la mejilla de ese rostro extraño. Antiguo soldado de la Guerra de Belchite y amante de la libertad aquel hombre cerró sus ojos para siempre en ese lugar balbuceando algunas palabras como pidiendo perdón: “…Patria valiente e inmortal, eterna guerrera sin culpas…Aragón…”


Leer más relatos del concurso de relatos cortos de Heraldo 2015