Los dragones

Se asusto al sentir como desaparecía el suelo donde jugaba con otros compañeros, a cada instante lo veía más lejano, su cuerpo flotaba liviano como una pluma, unas potentes garras lo elevaban hacia la montaña donde tenía su nido, el sustento del día para sus pequeños estaba asegurado,

Los estómagos les dolían de hambre, y recibieron a la madre con gran alboroto, primero la presa les serviría de compañero de juegos.

Era diferente, no tenia alas como ellos, sus gritos les hacían retroceder, en una de sus envestidas salió despedido del nido, cayendo en picado por la montaña.

El gran macho viendo que el esfuerzo de la mañana se esfumaba, saltó en picado antes de que su presa quedara irrecuperable.

La madre observando desde lo alto, presagió el final, uno de sus más temidos enemigos subidos en un caballo, con escudo y lanza puntiaguda acababa de matar al Dragón, los de su misma especie lo agitaban gritando.

Bravo Jorge.


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