Se acerca fin de mes. Hay que ahorrar. Necesito algo más de 20 euros. Lo ideal sería tener algo más de margen pero no creo que sea posible. Cada día voy más apurado. Gastos, gastos y más gastos.

La primavera está siendo más suave que los últimos coletazos del invierno, pero los amaneceres siguen siendo muy fríos. Zaragoza no te despierta con un cálido abrazo. Ojalá el río Ebro tuviera los poderes del mar Mediterráneo y suavizara este clima, áspero como una toalla vieja que ha perdido el rizo y te raspa la piel recién lavada.

Los desayunos de los próximos cinco días podrán ser más ligeros, ya no necesitaré calentar el cuerpo helado tras una noche muy, pero que muy larga.

Hay que pasar este fin de semana como se pueda. El miércoles toca madrugar. Quiero ver cómo montan los puestos, cómo desembalan los libros. Lo difícil será decidir qué autor, qué autora me acompaña las próximas noches. Tengo que preguntarles si les importa mucho dormir en el suelo.

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