Mi padre

Hoy, día 9 de Abril de 2004, hubiera cumplido ochenta y un años.


Antes de salir de vacaciones, íbamos al Pilar. Después, entrábamos en la cafetería Santiago a tomar un café o un cacao caliente.


Desayunaba cada mañana en Las Vegas, donde siempre pedía un café con leche (la leche hirviendo, por favor). Le gustaba tomar el sol y bañarse cada sábado de junio en El Olivar.


Casa Amadico y Casa Luis eran sus preferencias a la hora del vermú. Por navidad, compraba turrones en Tupinamba,. En la calle Torrenueva, recuerdo ir cogida de su mano mientras subíamos las escaleras mecánicas del Sepu. En la perfumería Chiro de la calle Alfonso, Dorita le atendía con esmero. Le gustaba el quiosco del Parque Grande, donde tomaba una copa de cerveza Ambar (la copa helada, por favor), para calmar la sed de media tarde, a finales de agosto, cuando ya habíamos vuelto de Laredo y el Real Zaragoza empezaba la liga en La Romareda.


Nos amaba. Amaba tanto la vida, que supo enseñarme a amarla. Era mi padre, y hoy hubiera cumplido ochenta y un años.